Querétaro, 20 julio 2022.- El vocero de la Diócesis de Querétaro, José Martín Lara Becerril, descartó que hubiera alguna iniciativa de sanción contra las personas que decidieron participar en una peregrinación de manera independiente a la Basílica de Guadalupe, en esta tradición del estado.
Esto, al reconocer que al menos 30 hombres y 140 mujeres decidieron hacer su traslado a La Villa, pese a las recomendaciones de la Iglesia queretana ante los contagios por la pandemia de COVID-19.
Tras admitir que estos ciudadanos forman parte de los contingentes que tradicionalmente organizan la Peregrinación, el también vicario general advirtió que no habrá sanciones por parte de los comités organizadores.
“Una sanción por parte de las directivas, no. No estamos interesados en sancionar a ninguna de las personas. Simplemente hacemos un llamado a su conciencia, a la conciencia de que la peregrinación es una, hay que caminar con unidad, pero si alguien no quiere, tampoco lo podemos forzar”, sostuvo.
Martín Lara deseó éxito y un buen viaje en su traslado a la basílica, y les pidió atender las recomendaciones de las autoridades de los estados que atraviesan el recorrido, en materia sanitaria y de movilidad.
“Deseamos que lleguen bien y que no tengan ningún percance durante el camino, y que pongan atención especial en los asuntos de movilidad, de protección civil y ojalá que nadie tenga ningún percance de salud o de movilidad. Les invitamos a que en próximas peregrinaciones se sumen a las decisiones y toda logística, por el bien y las seguridad de todos”, resaltó.
Lara Becerril aseguró que este tipo de “desobediencias” no podrían provocar una división o propiciar que la tradicional peregrinación pueda tener un segundo “grupo” o un colectivo independiente.
Finalmente, el vocero recordó que este domingo 24 de julio, se llevará a cabo la peregrinación, pero a la Basílica de la Virgen de Soriano, en Colón, con la misa que recibirá a los fieles a la 1 de la tarde.Mientras que el señor obispo, Fidencio López Plaza, acudirá a la Villa a brindar la misa a los peregrinos mujeres, hombres y ciclistas que se trasladarán en autobuses o vehículos particulares, para recibir la palabra de Dios a las 11 de la mañana.