Las cifras que proporciona el gobierno mexicano sobre el acceso de las mujeres al internet disimulan la realidad pues no se sabe de la calidad o la cantidad de la información a la que acceden, afirmó la organización Derechos Digitales, que junto con la organización internacional World Wide Web Foundation, realizaron un estudio sobre la conectividad de las mujeres en este país.
El informe destaca que aunque las cifras oficiales de 2016 dicen que 51.5 por ciento de las mujeres tienen acceso, en comparación con 48.5 por ciento de los hombres, no se sabe de la calidad o la cantidad de la información a la que acceden.
Las estadísticas no contemplan otras variables como ingresos, educación o ruralidad, constataron otras organizaciones como las Luchadoras, Artículo 19, Data Cívica y Asociación para el Progreso de las Comunicaciones (APC) quienes participaron en la presentación.
“Se toma nada más la conectividad en los hogares, pero si tú eres mujer y no tienes celular, el celular es de tu esposo, no estás teniendo necesariamente acceso, sino que tienes que pasar por alguien más”, explicó Gisela Pérez de Acha, autora del informe.
“Si tú eres una chava indígena que no habla inglés o no habla español, tampoco estás teniendo acceso aunque haya conexión propiamente dicha.” Otro factor que no se tomaría en cuenta cuando aparece un hogar conectado al internet es que las y los usuarios podrían ser únicamente las personas jóvenes o el hombre de la familia, mientras que las mujeres adultas no se conectan y se sienten ajenas a esta tecnología.
Con eso, también estaría restringido su derecho a la información y a la libre expresión, aseguró la integrante de la organización Artículo 19 Paulina Gutiérrez, quien relató cómo en talleres que realizó en zonas rurales de Chiapas, las primeras búsquedas de las participantes fueron preguntas sobre la violencia familiar, desvelando que éstas fueron temáticas sobre las que necesitaban información, y que probablemente no habían tenido acceso a este tipo de información antes.
El informe detalló que faltarían habilidades digitales y educación. Sólo 33 por ciento y 48 por ciento de las escuelas primarias y secundarias en México tendrían al menos una computadora con conexión al internet, con una brecha amplia entre áreas rurales y urbanas.
El Gobierno ha entregado casi 15 millones de tabletas y computadoras, pero las y los maestros no están debidamente calificados para usarlas. En ese contexto, aseguraron Gisela Pérez y las otras activistas, el programa “México Conectado” impulsado por esta administración desde 2014, no habría cumplido con su promesa de cerrar la brecha digital.
“El problema de este programa es que no tiene una perspectiva de género. Piensan que tener internet en tu casa significa que estas conectada, pero por la desigualdad de género no es así en México”, dijo Pérez y afirmó que a pesar de que se pusieron los puntos de “México Conectado” en los municipios con menos internet, no lograron que más usuarias y usuarios se conectaran.
La evaluación de la política digital del gobierno mexicano se basó en 14 indicadores, que es la misma que World Wide Web Foundation ha aplicado en otros 13 países de Asia, África y Latinoamérica. De acuerdo con esta metodología los puntos evaluados fueron el área de seguridad en línea, acceso a internet y plataformas para mujeres, contenidos relevantes para mujeres, o habilidades digitales y educación. La puntuación que México obtuvo fue de 52 por ciento.
Algunas de las recomendaciones del informe fueron que el programa “México Conectado” debería ser evaluado desde una perspectiva de género, y que habría que desarrollar una estrategia para terminar con la violencia de género en plataformas digitales.
Asimismo, mejorar la infraestructura pública de internet, priorizando áreas rurales, donde las mujeres son las más desfavorecidas, e invertir en la educación digital en todas las escuelas y comunidades.
Finalmente, el informe recomendó crear programas de empoderamiento digital para las mujeres, pues constató que también en zonas urbanas hay una brecha inaceptable entre mujeres y hombres: la de profesionales en la industria tecnológica, donde las mujeres sólo representan10 por ciento, mientras que sólo 22 por ciento de ingenieros de más alto nivel en el Sistema Nacional de Investigadores son mujeres.
Esto ya sería un punto más difícil que resolver, lamentó Gisela Pérez: “tiene que ver con los estereotipos de género sociales, no es nada más una cosa del gobierno. Empieza desde nuestra cultura patriarcal, económica y social, y estos estereotipos hay que romperlos.”
(Sonia Gerth)