Querétaro, 25 de octubre de 2024.- En una acción calificada como represión policíaca, el gobierno de Querétaro, encabezado por Felifer Macías, desplegó un operativo de desalojo de comerciantes en el centro histórico, movilizando a más de 200 policías municipales, grupos antimotines y perros de ataque.
El objetivo era retirar a comerciantes ambulantes, en su mayoría de comunidades indígenas, quienes permanecían en la zona a pesar de previas advertencias municipales.
El operativo, caracterizado por el uso de equipo táctico y un fuerte despliegue de seguridad, resultó en enfrentamientos que dejaron un saldo de varios heridos y detenidos.
La acción fue llevada a cabo bajo el argumento de “limpiar el centro” y mantener despejadas las calles para los peatones y el turismo, una medida que ha generado una fuerte condena de activistas y organizaciones sociales, quienes la han señalado como un acto de represión desmedida contra trabajadores de la vía pública.
“Esta es una agresión que criminaliza la venta ambulante y vulnera los derechos de quienes trabajan para subsistir”, expresaron comerciantes desalojados.
Según las agrupaciones, el gobierno municipal actuó con violencia y sin sensibilidad hacia la situación económica de los comerciantes, cuya presencia en el centro histórico ha sido parte del tejido social y cultural de la ciudad.
El operativo se mantiene activo para evitar que los comerciantes se reinstalen en la zona, y se ha intensificado la vigilancia en calles y plazas aledañas.
En redes sociales, la acción ha sido duramente criticada, con ciudadanos y dirigentes que llaman al diálogo en lugar de la fuerza como solución al conflicto.
El gobierno municipal, por su parte, ha defendido la medida como parte de su compromiso de reordenamiento urbano y en beneficio del turismo.
Sin embargo, la intervención ocurre en medio de un inicio de gestión que ya ha suscitado polémica por sus acciones restrictivas hacia sectores vulnerables.