Las políticas y forma de Gobierno del Presidente López Obrador, aunado a la volatilidad de los mercados financieros están poniendo en jaque a la economía mexicana.
Las expectativas positivas de los empresarios tan solo cayeron del 46% al 23% respecto al 2018.
Las tensiones comerciales globales, están jugando otro factor importante en la confianza de los empresarios, tan es así, que en el IBR se estima una amplia desaceleración en toda la región de América Latina. Brasil, Argentina, Chile, Colombia y Perú, sufrieron estancamientos financieros desde que comenzó el 2019.
En el mes de mayo de este mismo año, otra firma global de consultoría AT Kearney, realizaba una encuesta a 500 directivos de empresas globales, señalando la falta de confianza de los inversionistas, a la par de hacer pública la caída de ocho lugares de México entre los países que más inversión extranjera directa reciben. Es decir de la posición número 17 nuestro país bajó al lugar número 25 en el Índice Global de Confianza.
AT Kearney señaló también, que el país se encontraba desde hace dos meses en un punto de inflexión, debido a la incertidumbre como consecuencia en las expectativas de crecimiento económico de 2.1 a 1.1 para 2019 y de 2.7 a 1.7 para 2020.
Los empresarios señalan serios cuestionamientos entorno a la administración federal sobre las reformas estructurales del sector energético, las inconformidades de grupos laborales, la reducción sobre la perspectiva de la deuda soberana del país y la cancelación de programas sociales que consideran de relevancia para la calidad de vida y economía de las familias mexicanas
Desde que comenzó la administración del Presidente López Obrador, los inversionistas han hecho atentos llamados y demandado una toma de decisiones más gruente, además de sumar al sector privado para revertir dichas tendencias, pero al parecer aún no son escuchados.
Lo cierto es que la economía de las familias mexicanas comienza a resentir la situación, negocios cierran, comerciantes y empresarios manifestando la falta de liquidez, que ya comienza a sentirse en las bajas ventas de los comercios locales y en una severa preocupación que comienza a afectar de forma general.
El movimiento económico del país comienza a dar inicios de una posible recesión, y eso amigo lector, se siente en los bolsillos. No se necesita ser experto en la materia para darnos cuenta de que la economía mexicana está atravesando por un mal momento, y que requiere seriedad y compromiso de la actual administración federal, para revertir este movimiento negativo, antes de que la situación sea más lamentable.