Veracruz, 19 de septiembre de 2024.— El secuestro y asesinato del maestro de secundaria Diego Yasmar Barrales San Juan conmocionó a la comunidad de Álamo Temapache, Veracruz, luego de que las autoridades confirmaron la participación de dos de sus alumnos en el crimen.
Los hechos ocurrieron el 6 de agosto de 2024, cuando Barrales San Juan fue citado por sus alumnos Carlos Alfredo “N” y Juan Diego “N” en un punto del municipio de Álamo Temapache. Allí, los estudiantes lo atacaron y lo secuestraron.
Los secuestradores exigieron un rescate a la familia del maestro, pero no obtuvieron el dinero solicitado. Ante el fracaso en la obtención del rescate, el 9 de agosto el cuerpo sin vida del maestro fue encontrado en el río Pantepec, cerca del puente de la comunidad Cinco Poblados, también en Álamo Temapache.
La brutalidad del crimen y la implicación de dos jóvenes estudiantes en el asesinato de su profesor han generado conmoción y rechazo en la comunidad.
La detención de los implicados se llevó a cabo en septiembre, cuando la Policía Municipal de Tuxpan arrestó a Carlos Alfredo “N”, de 18 años, y a Juan Diego “N”, menor de edad.
Las autoridades locales informaron que ambos jóvenes enfrentan cargos por secuestro agravado y homicidio, mientras las investigaciones continúan para esclarecer todos los detalles del caso.
Este crimen ha alarmado tanto a las autoridades educativas como a las de seguridad en Veracruz, quienes han expresado su preocupación por el impacto de la violencia en las instituciones educativas y la vulnerabilidad del personal docente en las comunidades rurales.
El caso de Diego Yasmar Barrales San Juan ha dejado a una comunidad profundamente afectada, con maestros, estudiantes y familiares clamando por justicia.
La violencia que acabó con la vida del profesor pone de relieve los problemas de inseguridad que enfrentan las zonas rurales de Veracruz, así como los riesgos que corren quienes trabajan en estas comunidades.
El trágico desenlace de este secuestro resuena más allá de las fronteras de Álamo Temapache, lanzando un llamado de atención sobre la creciente inseguridad en el estado y la urgente necesidad de proteger a quienes se dedican a la docencia en áreas vulnerables.