Guadalajara, 5 May (Notimex).– El especialista Alfonso Librado García Ortega manifestó que gran porcentaje de los albañiles se encuentran en la informalidad, son sobreexplotados y no cuentan con las prestaciones de ley.
En entrevista con Notimex, el coordinador de Carrera Semiescolarizada de la División de Estudios Jurídicos de la Universidad de Guadalajara (UdeG), agregó que el trabajador de la construcción “o también denominado albañil, como todo trabajador, se rige por la Ley Federal del Trabajo”.
Añadió que la Ley establece que cualquier “relación laboral que se tenga, de cualquier tipo de origen, afectación de trabajo, personal o colectivo, ya siendo subordinado, va a estar sujeto al pago de un salario”.
Mencionó que la mayor parte de albañiles trabaja individualmente, “en las obras los ingenieros adquieren los servicios de los contratistas, quienes a su vez dan empleo en el rubro de albañil a estas personas”.
Los contratan, “muchas veces, sin prestaciones como son Seguro Social y otras cosas más, eso sí les pagan un salario, y a veces cuando son contratados fuera de sus domicilios, sí les dan dinero para trasportación y vivienda, pero son precarias, ya que regularmente son sobreexplotados”, dijo.
Indicó que los inspectores tienen la obligación de ir a investigar todas las fuentes de trabajo, “pero gran porcentaje no lo hace, ya que muchas veces se da por visto que todos los albañiles o peones tienen las prestaciones de Ley y no es cierto”.
Expresó que el contrato, “independiente de si es por obra o por día, debe ser por escrito como establece la Ley, debe tener nombre, nacionalidad, sexo, estado civil, domicilio del trabajador; así como datos del patrón”.
“Se debe establecer la relación laboral, ya sea por obra o por tiempo determinado, o incluso por tiempo indeterminado, dependiendo de las obras y magnitud de ellas, además, el servicio o servicios que van a prestar esas personas, ya sean como peones, albañil de primera, albañil de segunda o albañil de tercera”, expuso.
Asimismo, los lugares donde van a trabajar, “pero desgraciadamente, hay contratistas que tienen varias obras, entonces con el mismo contrato y el mismo sueldo se los llevan de una a otra obra”.
Manifestó que “como están presionados por ganar dinero, a los albañiles les interesa tener trabajo y desafortunadamente son sobre explotados”.
“Incluso en el contrato se debe indicar la duración de la jornada de trabajo, si son ocho o seis horas, dependiendo de la periodicidad del trabajo que desarrollen esas personas”, añadió.
Comentó que hay obras “que no requieren firma de un ingeniero, sino nada más con el contratista”.
“No importa que sea contratista o ingeniero, incluso una persona física que va a remodelar su casa, tienen la obligación de dar de alta al trabajador en el seguro social y con las prestaciones que va a percibir el albañil”, señaló.
Dijo que se debe especificar el servicio que se va a prestar, la duración y en qué consiste, “así como las condiciones de trabajo que debe tener la persona, los días de descanso y sus vacaciones”.
Subrayó que un albañil “tiene derecho a todo lo que establece la ley sobre prestaciones: seguridad social, vacaciones, pago de vacaciones, y todo esto debe ser por escrito”.
En algunas obras importantes, agregó, los albañiles son contratados, la mayor parte de ellos, “por Contrato Colectivo del Trabajo, pero hay también con contrato de manera individual, a quienes de manera regular no se les respetan sus prestaciones de ley”.
Destacó que ha habido accidentes en obras, “incluso, se han registrado muertes que no salen a la luz pública”. Aclaró que no generaliza, “porque sí hay contratistas que son conscientes, hacen contratos y les dan las prestaciones de ley”.
Pidió a las autoridades revisar todas estas fuentes de trabajo y presionar a los contratistas y a los patrones, “para que todos los albañiles tengan por escrito las prestaciones de ley como seguro social, vacaciones, la duración de la jornada de trabajo, el monto del salario, los días y el lugar donde se va a prestar el servicio, etc.”
“Además, deben recibir capacitación y adiestramiento de los planes de la construcción que se lleva a cabo, porque hay obras de alto riesgo como son edificios”, enfatizó.
Explicó que hay obras que “son de 15 a 20 metros de altura, en las que muchos albañiles trabajan sin ninguna protección, sin un arnés, sin una seguridad de trabajo, y eso tiene que dárselo el patrón o el contratista”.
Puntualizó que muchos albañiles son sobre explotados, “además ganan muy poco, no tienen posibilidad de contratar un abogado, y cuando van a la Junta de Conciliación y Arbitraje, como tardan mucho tiempo sus casos, se desesperan y terminan por aceptar poco dinero, o incluso desisten para que los vuelvan a contratar”.
“Hay contratistas que les dicen que si desisten los vuelven a contratar en tal obra, entonces ellos, como ocupan el dinero, terminan por aceptar”, dijo.
Propuso concientizar a los contratistas, “la mayoría de los albañiles no cuentan con escolaridad, incluso muchos no saben leer ni escribir, desgraciadamente, y hay quienes trabajan en condiciones infrahumanas, ingieren sus alimentos ahí mismo donde laboran, incluso con las manos llenas de cal y arena”.
“Ser albañil es un trabajo honorable y necesario en nuestra gran metrópoli, en cualquier área, tanto individual como colectiva, de servicios particulares e incluso privados, y es muy triste ver cómo son tratados la mayoría de ellos”, concluyó.
Lamentan que gran porcentaje de albañiles trabaje en la informalidad
05
de Mayo
de
2019
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