Mediante un montaje sencillo e ingenioso, la obra de teatro "El misterio del pizarrón” sumerge a los espectadores en el mundo de Adrián, un niño que encuentra en su imaginación el refugio ideal ante la ausencia de sus padres.
Los tíos, primos, una que otra singular mascota y la bisabuela de Adrián serán sus aliados en este viaje en el que aprenderá que los deseos llevados a la acción cambian realidades.
Boetto comentó que “El misterio del pizarrón” se presentará todos los domingos de junio y julio, al medio día, en el auditorio del Museo Regional de Querétaro.
Atabal Teatro es la agrupación encargada de esta segunda temporada de títeres en el Museo, la cual está dedicada a la producción, promoción, difusión y gestión de las artes escénicas.
Esta puesta en escena que utiliza los bocones, títeres planos y diversos objetos como elemento narrativo es una metáfora de las pérdidas y el poder que los seres humanos poseemos para transformar y hacer más amable nuestro entorno, dijo Boetto.
Adrián, el personaje principal, recurre a su imaginación para salir de sus problemas y es cuando descubre un pizarrón mágico, capaz de transformar su realidad a partir de las palabras.
Los títeres (bocones) fueron diseñados y construidos por la propia Haydeé Boetto, en el taller Núbila Teatro.
"El lugar en donde se desarrolla la historia es una biblioteca con libros muy peculiares de los que se desprende la ficción".
Esta obra, además de mover enormemente a la imaginación, despierta la inquietud por la lectura y esa capacidad para sorprendernos con las cosas más sencillas.
"Sólo necesitamos creer y el escenario está puesto para ello. De todos los rincones brota una sorpresa, en otro contexto predecible, muy disfrutable", expuso la artista.
"El misterio del pizarrón" es un proyecto apoyado por el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, dentro del programa “México en Escena”.