Mediante un comunicado, el académico del Departamento de Sociología y coordinador del equipo, Carlos Contreras, explicó que actualmente se desarrollan materiales de consulta electrónica, los cuales se prevé ofrecer en sesiones por video o chat.
“El virus se aprovecha de la imposibilidad de tocar, saludar o abrazar a otras personas, impulsos innatos mediados culturalmente que además nos caracterizan como pueblo.
“También nos impide agruparnos en reuniones, fiestas o actos masivos, por lo que es ahí donde tenemos que entender que somos seres sociales y debemos manejar esto de una manera adicional a sólo seguir la orden de confinamiento”, apuntó.
Indicó que el repudio manifestado en algunos casos hacia el personal médico que atiende a enfermos con COVID-19 es una muestra de la necesidad de entender el miedo social y manejarlo para brindar apoyo.
En cuanto al aspecto individual, señaló que la indefensión y el estrés “son los que desgastan, por lo que hay que aprender a regular el grado de control que podemos lograr en nuestras vidas ante la incertidumbre”.
“Si nos adaptamos y establecemos nuevos canales de comunicación y formas más sencillas de resolver los problemas y manejar las emociones tomaremos mejores decisiones”, aseguró.