Deseo tengan un excelente día, hoy vamos a continuar hablando sobre el tema de la economía y sobre qué tan deteriorada se encuentra en estos días. Como he comentado en anteriores ocasiones, México está enfrentando una fuerte crisis con un aumento acelerado de la inflación, tan solo se ve reflejada una parte de esta inflación en el aumento constante a productos básicos como: el huevo, el pollo, la carne de res, ciertas verduras indispensables, entre otros muchos, pero también existen otros segmentos que reflejan la recesión que estamos viviendo, como lo es la solicitud y obtención de créditos inmediatos y sin tantos requisitos, principalmente y a través de “tarjetas de crédito”, que si bien los analistas señalan que el incremento en el otorgamiento o colación de tarjetas de crédito determina un buen comportamiento en la banca comercial, lo cierto es que, la oferta y la demanda por parte de distintas instituciones financieras, ha hecho que el crecimiento sea acelerado en este rubro.
La Comisión Nacional Bancaría y de Valores, en su página web https://www.cnbv.gob.mx, informa que en 2022 se registraron poco más de 31.6 millones de tarjetas de crédito activas, correspondiendo un 10.5 por ciento de incremento con respecto al año anterior, mostrando un resultado positivo en la recuperación económica de consumo personal, pero considero que ha sido principalmente por las estrategias de marketing que han estado implementando ciertas instituciones financieras, para atraer clientes, sobre todo por el juego de dotar de dinero electrónico, ello no quiere decir que la economía de las familias mejore, sino que es una manera de salir del “bache”, comprando con un dinero que no se tiene y que se busca obtener (créditos a través de tarjetas bancarias), con la expectativa de pensamiento de un “mejor mañana”, por consiguiente en el corto y mediano plazo, vendrá la cara opuesta de la moneda, al momento en el que se deba que pagar lo adquirido con los plásticos y no poder hacerlo, ya sea por no tener una buena administración, porque se gaste más de lo que se gana o simplemente por no contar con los ingresos suficientes, entonces las tasas de interés se elevarán y se incrementarán las deudas. Por supuesto habrá quien en este momento diga que soy pesimista, pero mi opinión va sustentada en las opiniones de expertos en la materia, que no dicen que un incremento tan notable en el otorgamiento de créditos a través de tarjetas de crédito, denota ciertos deterioros en la economía y en el flujo de dinero circulante, ya que al ciudadano se le hace muy fácil pagar con su tarjeta de crédito con dinero que realmente no tiene, ya que el marketing ha hecho que uno se sienta con cierto status por utilizar la banca electrónica; en fin, por supuesto que por un lado es bueno que haya más tarjetas de crédito activas, pero por otro lado, es de resaltar que, según datos de la comisión nacional bancaria, los intereses que obtienen las instituciones crediticias por estos préstamos asciende a 1.17 billones de pesos, una cifra histórica en comparación con el 2021. En esta perspectiva, se considera que este fenómeno es consecuencia de la reapertura total de comercio y servicios en todo el país luego de la crisis sanitaria por COVID 19, que es otro factor determinante para promover el gasto en bienes y servicios a través del dinero electrónico, aún y a pesar de encontrarnos en los niveles más altos de inflación registrados en el país, por arriba del 7.8% y tasas de interés por arriba de 10.5 por ciento. Pero como siempre lo he dicho, la mejor opinión es la de usted. ¡Hasta la próxima!