Estimadas lectoras y lectores, hoy hablaremos de la Agencia Nacional de Aduanas, en cuanto a su incorporación en las instalaciones del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), y es que recordarán que la semana pasada hablamos de la decisión del Gobierno de la República que encabeza el Presidente Andrés Manuel López Obrador, de retirar los “vuelos carga” del Aeropuerto Internacional de la CDMX, al Aeropuerto de Santa Lucía (AIFA), debido a esto se tienen que establecer y equipar oficinas de Aduana, para brindar el servicio en ese aeropuerto; y es que resulta que dicha Agencia Nacional de Aduanas, otorgó 29 contratos por un monto de 2,590 millones de pesos a distintos proveedores, para adquirir bienes y servicios, seguros y equipamiento para el debido funcionamiento y operación de la Aduana número 50, que de acuerdo con la información que se puede consultar en la página web http://www.plataformadetransparencia.org.mx, el contrato más alto es por 426 millones de pesos, asignado por adjudicación directa y es destinado al equipamiento de esa oficina aduanal, en lo que tiene que ver con máquinas de rayos x, arcos de revisión de vehículos con carga, carriles para mercancía sobredimensionada y diversos puntos de revisión de carga y personas.
Cabe resaltar que, derivado de la nueva normatividad aprobada por el Gobierno Federal de López Obrador, esta Agencia Aduanal, opera por primera vez como una oficina independiente del Servicio de Administración Tributaria (SAT) y también es manejada por primera vez por la Fuerzas Armadas de México. Así las cosas, uno de los principales objetivos de esta dependencia, fue el modernizar todas las agencias Aduanales del país, y eso sin lugar a dudas es correcto, lo que no debe ser, es que los contratos millonarios otorgados para ese fin, sean destinados para empresas cuya denominación sea reservada, al igual que la vigencia de dichos instrumentos, debido a que Andrés Manuel, antes de ser Presidente de México, siempre criticó el otorgamiento de contratos millonarios por parte de dependencias gubernamentales a particulares, de cuyos nombres se reservaran, pero más aún criticaba, que esos contratos fueran por adjudicación directa, dado que se puede observar e inferir que se beneficia a determinados proveedores con jugosos contratos, me pregunto ¿Dónde quedó la austeridad republicana? Sí como ya mencioné, el contrato de mayor cuantía fue por 1,364 millones de pesos para reparar equipos móviles de revisión, luego 1,500 millones, repartidos en 2 contratos por renovar las aduanas y 426 millones para equipar la nueva Agencia Aduanal número 50; además de gastar poco mas de 125 millones de pesos en lo referente a la vigilancia de sus instalaciones, adquisición de seguros, incluido el correspondiente, contra actos terroristas y otros servicios. No obstante que habrá quien piense que era necesaria la modernización de las Aduanas y que, por supuesto que el costo sería alto, pero el fin no justifica los medios, si todo ese procedimiento de adquisición hubiese sido bajo lineamientos de licitación pública y abierta y no adjudicación directa, que, sin lugar a dudas, pone en tela de juicio ese procedimiento por los montos millonarios.
Por otra parte, ingresé a la página web oficial de la anam.gog.mx y me encuentro que el titular de esa Agencia es Rafael Marín Mollinedo, quien es primo de Nicolás Mollinedo Bastar, quien fuera el chofer de López Obrador, no obstante, Rafael Marín antes de ser el titular de la Agencia Nacional de aduanas, trabajaba en el Corredor Multimodal Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, y anterior a ello, se dedicaba a administrar su empresa particular de comercialización de frutas y verduras, actividad muy respetable, pero que no le da la experiencia necesaria par ahora administrar desde octubre de 2022, esta importante dependencia gubernamental como lo es la Aduana Nacional, aún de haber estudiado la licenciatura en Economía. En fin, con estas acciones considero y opino nuevamente, que el Gobierno Federal dista mucho de ser un buen gobierno del que, en campaña, prometió López Obrador. La mejor opinión es de usted.
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