El cantautor tabasqueño, Salvador Manrique, en su canción “Infierno Verde” se refiere a Tabasco como tierra abundante y de calor sofocante, el cual se vive la mayor parte del año, pero que se agudiza en cada primavera.
En la actual temporada de calor, el pasado 22 de abril se alcanzó el mayor registro con 41.5 grados centígrados a la sombra, que de acuerdo al vocero de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), se toma en una estación meteorológica, pero sin tomar en cuenta otros factores que la incrementan.
La Secretaría de Educación estatal suspendió las actividades al aire libre.
En las ciudades, donde el concreto abunda, este material guarda y emana más calor, que al sumarse a los rayos del sol, la sensación de temperatura sube entre dos y tres grados más que la registrada a la sombra.
En estas condiciones, entre los trabajadores más expuestos están los obreros de la construcción, como José Hernández Olán, de 52 años de edad y 40 años en este oficio.
Mientras prepara la cimbra de una estructura que formará parte de una plaza cívica junto al río Grijalva, señaló que utiliza camisas de manga larga y sombrero para protegerse del sol.
El horario que cubre, indicó, es de las 07:00 a las 17:00 horas, con media hora de receso a las 09:30 y a las 13:00 horas.
Si el calor es excesivo y sofocante, sobre todo cuando no hay viento, “nos tomamos cinco minutos para recuperarse uno tantito y comenzar de nuevo”.
Para apagar la sed, refirió, “como somos ‘chocos’ –variante de tabasqueño- puro pozol. La coca cola de vez en cuanto porque está carísima”.
En las zonas urbanas, villas y poblados es común observar que las viviendas cuentan con aire acondicionado, al igual que la mayoría de las oficinas tanto públicas como privadas y en plazas comerciales, a fin de conservar un ambiente de comodidad.
Pero en zonas donde no alcanza para la compra de un equipo de aire ni el pago posterior del consumo de energía, utilizan otros medios para sobrellevar las altas temperaturas.
Pedro Hernández, habitante de la zona Las Brisas, en Nacajuca, una zona conurbada de Villahermosa, señaló que allí es una zona arbolada, con poco pavimento alrededor y por lo tanto se siente menos el calor.
Indicó que su vivienda tiene paredes de block y techo de lámina de zinc, por lo cual no guarda tanto calor hacia la noche y en las casas hechas con guano y techo de palma el calor también se reduce.
“Hay que darse un baño para dormir con agua que dejo tapada desde la mañana y para la noche ya está fresca. Con eso, mi hamaca y ventilador duermo bien”, apuntó.
Desde hace cuatro meses, Pedro Hernández vende pozol –bebida a base de cacao y maíz- en distintos puntos de la ciudad y en los parques, donde se encuentra con otros vendedores que ante el calor han encontrado una forma de sustento.
Para dar mayor comodidad ante el calor en la planicie tabasqueña, al transporte público de taxis se le impuso la normativa de que los vehículos cuenten con aire acondicionado.
El cantautor tabasqueño, Salvador Manrique, en su canción “Infierno Verde” se refiere a Tabasco como tierra abundante y de calor sofocante.
Es común que los vehículos particulares también circulen con aire acondicionado y sea un recurso contra el calor aplicar polarizado a los cristales, pues una unidad tras mantenerse estacionada varias horas al sol, suele superar los 50 grados centígrados en su interior.
En esta ocasión, como ha ocurrido en años anteriores, la Secretaría de Educación estatal suspendió las actividades al aire libre en los planteles de nivel básico hasta nuevo aviso.
De acuerdo al reporte de la Semana Epidemiológica 17 de la Secretaría de Salud federal, en la presente temporada de altas temperaturas en Tabasco se han reportado dos casos de golpe de calor y tres de agotamiento por calor, sin ninguna defunción.
En actividades agropecuarias, el reporte de daños por la sequía al 8 de mayo pasado era de seis mil 830 hectáreas en diferentes cultivos como maíz con cuatro mil 933 hectáreas y el resto en sorgo, arroz, chile habanero, frijol y sandía.
Mientras, otras 88 mil hectáreas de pastizales para ganado fueron afectadas por lo cual los ganaderos debieron movilizar sus animales hacia zonas más bajas, principalmente en Balancán, Tenosique, Centro, Centla y Jonuta.
El delegado de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), Carlos Hernández Reyes, señaló que se aplicó un programa de construcción de jagüeyes en Huimanguillo y Balancán donde están las afectaciones más fuertes en la ganadería.
Mediante una inversión de 20 millones de pesos, expuso que se construirán 46 abrevaderos en la zona de Huimanguillo y 46 más en Balancán, con la meta de abrir 120 en todo el estado en una primera etapa.
Mientras amainan las altas temperaturas, que comienzan a disminuir por debajo de los 35 grados hacia finales del mes de junio, los vendedores ambulantes de helados, pozol, cocos y tepache, resultan más socorridos que de costumbre, así como las sombras de los árboles en los parques.
Desde hace cuatro meses, Pedro Hernández vende pozol –bebida a base de cacao y maíz- en distintos puntos de la ciudad y en los parques, donde se encuentra con otros vendedores que ante el calor han encontrado una forma de sustento.