Querétaro, 22 de noviembre de 2024. Representantes del gremio de trabajadores del ambiente nocturno en Querétaro han alzado la voz para denunciar las recientes clausuras de bares, antros y restaurantes en el estado, una medida que, según aseguran, ha dejado sin empleo a más de 700 familias.
Con más de 5,000 personas afectadas entre empleados directos y proveedores, los trabajadores solicitan la oportunidad de un diálogo con las autoridades y piden que no se siga sacrificando a un sector crucial para la economía local.
David Rivera, junto con Verónica Madrazo y Jonathan Morales, ofreció una rueda de prensa en la que expuso las difíciles condiciones que enfrentan tras la imposición de estas clausuras, que se justifican bajo el argumento de mejorar la seguridad.
“En la pandemia fuimos los primeros en cerrar y los últimos en abrir. Ahora, bajo el pretexto de la seguridad, se nos pone de nuevo en una situación insostenible”, expresó Rivera.
El grupo denunció que más de 70 establecimientos fueron clausurados por supuestas irregularidades, mientras que otros 20 decidieron cerrar voluntariamente debido a la incertidumbre.
Rivera cuestionó quién permitió que esos negocios operaran con anomalías durante tanto tiempo y recordó que los permisos fueron otorgados por el gobierno local, no por los trabajadores.
Una de las principales preocupaciones del gremio es la reciente homologación del horario de cierre a la 1:30 a.m., lo que, según advirtieron, podría generar un éxodo de jóvenes hacia municipios cercanos como San Miguel de Allende o Celaya, aumentando los riesgos de accidentes y delincuencia en los traslados.
“Esto ya ocurrió hace tres décadas, y no queremos repetir los mismos errores”, afirmó Rivera.
Los trabajadores enfatizaron que no están pidiendo subsidios ni apoyos económicos, sino simplemente la posibilidad de seguir trabajando y regularizar sus actividades.
Propusieron mesas de diálogo con la Secretaría de Trabajo y el Secretario de Gobierno para encontrar soluciones que no perjudiquen a este sector.
Además, solicitaron una prórroga para corregir las anomalías señaladas en los establecimientos y pidieron que no se satanice la vida nocturna, que consideran esencial para una ciudad segura y dinámica.
“Una ciudad con vida nocturna es una ciudad segura”, concluyó Rivera, resaltando el impacto positivo de este sector en la economía local.
Con la temporada decembrina a la vista, los trabajadores expresaron su preocupación por la pérdida de ingresos durante su periodo más lucrativo del año, señalando que su aguinaldo depende directamente de la actividad en diciembre.
“Si no trabajamos, ¿cómo vamos a mantener a nuestras familias?”, cuestionaron, pidiendo una pronta resolución a esta crisis.