Refinerías en México, el reto de la producción de combustible

01 de Octubre de 2018
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Querétaro 1 Oct 2018.- México enfrenta el gran reto en la producción y compra de gasolinas, y es que si bien existe el compromiso de la nueva administración federal de construir dos nuevas refinerías, los expertos a puntan que lo primero que se debe hacer es impulsar a las ya existentes, pues actualmente operan a la mitad de su capacidad.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) anunció en marzo de este año, que México es el país con el nivel más bajo en la utilización de su sistema de refinación existente.
Y aunque los analistas en el tema aseguran que tiene sentido la construcción de las nuevas plantas por las grandes cantidades de divisas que se generan para comprar gasolinas de importación, también han sido muy severos en señalar que no existe en este momento un solo caso de éxito en América Latina, siendo que los últimos proyectos se han saldado con retrasos y sobreprecios, tal es el caso de Brasil, Perú y Venezuela.

La caída en la producción de petrolíferos y gasolinas en el país puede mejorarse invirtiendo en la modernización de las refinerías, y todo parece indicar que el Presidente electo Andrés Manuel López Obrador, ya lo entendió, pues hace apenas unos días en Hidalgo anunció una inversión superior a los 50 mil millones de pesos, misma que será dividida en cuatro ministraciones para llegar al 2020 con la mayor capacidad de producción de las plantas existentes.

En la actualidad 6 de cada 10 litros de gasolina que se venden en nuestro país provienen del extranjero. La reinversión de las megaobras sería un intento por disminuir los costos de los combustibles, estrechamente vinculados a la inflación nacional.

Con lo anterior, podemos comprender ahora lo que los especialistas en la materia han expresado una y otra vez, en relación a que los precios de los combustibles si se pueden bajar, pero no de la noche a la mañana, ya que requieren de un trabajo de inversión y operativo a largo plazo, y en este caso comenzará a dar resultados hasta el año 2023 o 2024, de ejecutarse como se está planeando.

Tan solo la pura construcción de una nueva refinería llevaría un tiempo de 5 a 6 años para que pueda funcionar adecuadamente.
La idea de nuevas refinerías no es nueva y es buena, pero se debe articular de forma precisa y a largo plazo, por lo que los trabajos deberán realizarse a la par, tanto para la construcción, como para la modernización de las ya existentes, lo cierto es que el tiempo apremia y los recursos disponibles aún no son los suficientes.

La Secretaría de Energía ha reconocido en sus perspectivas energéticas que se necesita una capacidad adicional de refinación por 275,000 barriles. El futuro energético estará definido por los planes y acciones a largo plazo, en donde se estará considerando seguir desarrollando energías renovables para balancear las importaciones.

El país necesita generar 800 mil barriles diarios de gasolina adicionales a los de las seis plantas existentes que operan a la mitad de su capacidad.