Querétaro, 24 de abril del 2023.- Jacinta Francisco Marcial, la mujer indígena hñähñú, y a quien el Estado Mexicano le ofreció una disculpa pública en el 2017 por haberla condenado por el delito de secuestro que no cometió, ha sido intimidada, junto con su comunidad, al instalarle frente a su vivienda cámaras de vigilancia y propiciado “grupos de choque” y “espionaje”.
Así lo advirtieron integrantes de la Red en Defensa del Agua y la Vida (Redavi), quienes señalaron que, se trató de revisar dichas cámaras de vigilancia para esclarecer un accidente de tránsito en el que se atropelló a un integrante de la comunidad, sin embargo, al no poder utilizarse para ello, enfatizaron que han cumplido una función de vigilancia y agresión hacia los defensores del territorio.
“Pusieron cámaras de seguridad y motivaron grupos de choque y espionaje, alrededor de la comunidad (…) esas cámaras solo sirven para recaudar multas, vigilar y agredir físicamente a defensores del territorio”, declaró uno de los integrantes.
Jacinta Francisco Marcial, junto con Alberta Alcántara y Teresa González, las tres comerciantes de Santiago Mexquititlán, Amealco de Bonfil, fueron detenidas el tres de agosto del 2006 y fueron acusadas de secuestrar a seis agentes de la Agencia Federal de Investigaciones (AIF), esto durante un operativo de decomiso de mercancías.
La mujer de origen indígena fue acusada a 21 años de prisión y a pagar una multa de 90 mil pesos, sin embargo, fue liberada el 16 de septiembre de 2009, ya que, la Procuraduría General de la República (PGR) no obtuvo pruebas.
Por ello, y tras 10 años de haber ocurrido los hechos, el Tercer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa de la Ciudad de México confirmó que la PGR tenía que reparar el daño, “emitir una disculpa pública por haberla detenido, procesado y condenado ilegalmente por el delito de secuestro que no cometió”, así se expone en el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh).
Denuncian, intimidación a Jacinta Francisco Marcial
En el 2006, Jacinta Francisco Marcial, junto con Alberta Alcántara y Teresa González, fueron acusadas de secuestrar a seis agentes de la AIF, sin embargo, al no comprobarse esto, el Estado Mexicano tuvo que emitir una disculpa pública.
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