San Juan del Río, 13 Mayo 2025.- La presencia de trabajadoras sexuales en el Jardín Fundadores, uno de los espacios públicos más emblemáticos de San Juan del Río, representa una realidad paralela que coexiste con la cotidianidad familiar.
Durante el día, este céntrico jardín es frecuentado por mujeres que ofrecen servicios sexuales a pocos metros de actividades familiares y recreativas.
Una actividad a plena vista pero invisible para muchos
Aunque el jardín mantiene su apariencia tradicional con bancas y árboles que invitan al descanso, observadores atentos pueden identificar a mujeres discretamente vestidas que se acercan a hombres solitarios.
Según testimonios recabados, las transacciones ocurren a simple vista, mientras la mayoría de visitantes permanece ajena a esta dinámica.
Los encuentros se concretan en habitaciones ubicadas en la calle Mariano Matamoros, espacios cuya propiedad o administración no ha sido claramente identificada, pero que están directamente vinculados a esta actividad económica.
Economía informal y supervivencia
"Lo hacen para poder comer, algunas me han dicho que si no hay clientes, no hay forma de llevarse nada a la boca", comentó un cliente habitual de la zona que prefirió mantener su anonimato.
Los precios por encuentro oscilan entre 300 y 500 pesos, aunque pueden reducirse hasta 200 pesos en momentos de baja demanda.
Las trabajadoras pueden realizar hasta diez servicios diarios para cubrir sus necesidades básicas, constituyendo una economía informal que persiste ante la falta de otras oportunidades laborales.
Contraste con espacios familiares
Lo más controvertido de esta situación es que el jardín también alberga actividades familiares, especialmente durante fines de semana cuando se realizan concursos de baile, venta de antojitos y juegos infantiles.
Ambas realidades conviven en el mismo espacio público con escasos metros de separación.
Ausencia de programas de atención
A diferencia de la capital queretana, donde existen programas gubernamentales que brindan apoyo sanitario y condiciones más seguras para el trabajo sexual, San Juan del Río carece de iniciativas similares.
La Secretaría de Gobierno municipal ha declarado previamente desconocer esta problemática en el Jardín Fundadores, lo que imposibilita el establecimiento de protocolos de atención sanitaria o medidas de seguridad tanto para las trabajadoras como para sus clientes.
Un llamado a la regulación, no a la criminalización
El reconocimiento de esta realidad no busca criminalizar el trabajo sexual, sino visibilizarlo para implementar condiciones mínimas de dignidad y seguridad. Las trabajadoras enfrentan tanto prejuicios sociales como intervenciones policiales que complican aún más su situación.
El Jardín Fundadores seguirá siendo escenario de estas dos realidades paralelas: familias buscando esparcimiento y mujeres que, por necesidad económica, ejercen su oficio a plena luz del día en uno de los espacios públicos más transitados de San Juan del Río.















Operativo policial en San Juan del Río donde detuvieron a un hombre con metanfetamina en Barrio de La Cruz. 
