San Juan del Río, 14 marzo 2024.- (depositphotos) Justo frente a la zona donde los bancos prometen prosperidad, hay una tradición que emerge con la llegada de la Semana Santa, y no es precisamente financiera.
Aquí, entre comerciantes ambulantes y el ir y venir de los ciudadanos, los escamoles se convierten en el centro de todas las miradas y paladares aventureros, pero a los que no todos tienen acceso.
Los escamoles, también conocidos como 'el caviar mexicano', son las larvas de la hormiga Liometopum apiculatum, recolectadas con cuidado entre las raíces de los agaves y nopales.
Estos pequeños manjares son un producto exótico muy valorado en la gastronomía mexicana, especial por su disponibilidad limitada al marco de temporada primaveral.
En San Juan del Río, la venta de escamoles se convierte en una oportunidad única para probar un platillo único que, además, es parte de la herencia gastronómica ancestral de la región.
Los precios reflejan su exclusividad, alcanzando hasta los 1200 pesos el kilo en los puestos locales; una cantidad respetable que promete un sabor igualmente significativo.
Los restaurantes de la zona no se quedan atrás y elevan la experiencia de consumo a través de una presentación gourmet. Una orden de tres tacos de escamoles puede llegar a costar 800 pesos, una cifra que bien vale la pena pagar para los conocedores y los que buscan experiencias culinarias elevadas.
La textura suave, el sabor ligeramente a nuez y a mantequilla convierte a los escamoles en un ingrediente que puede asombrar incluso al más experimentado de los paladares.
No es solo un alimento; es un lujo, una celebración de sabores que se entrelaza con la identidad de una región y la temporada en la que renace año tras año.
Al acudir a San Juan del Río durante esta época, el reto es claro: dejarse llevar por los sabores de la tierra y aventurarse a probar uno de los platillos más singulares.
Los escamoles no son solo una comida, son un encuentro con la historia viviente de un lugar, un punto de unión entre la naturaleza, la cultura y la gastronomía.
Deleitar a los comensales durante la temporada de Semana Santa con los escamoles es una prueba más de que, en San Juan del Río, hay experiencias sensoriales esperando a ser descubiertas.
Ya sea en el mercado o en el refinamiento de las cocinas más selectas, este producto exótico espera para contar su historia, un bocado a la vez.