La práctica de este deporte implica grandes esfuerzos más allá de saber nadar. Si bien la natación es la base, de poco serviría tener nada más ese respaldo para sobresalir.
Renata Hurtado y Naydelin Villafuerte ejecutan su rutina en los entrenamientos del equipo de nado sincronizado. NOTIMEX
Todo comienza desde una buena condición física, controlar la respiración, trabajo de pesas, danza, expresión corporal, acrobacias, gimnasia e inclusive conocer de música para tener la mejor elección en la presentación de sus rutinas.
En pocas palabras una sonrisa que ve, aprecia y admira el público pero que cuesta demasiado esfuerzo mantenerla al final en busca de un buen resultado ya sea en Rutinas Técnica o Libres, trabajo Solo Dueto o en Equipo.
Donde el trabajo será convencer a los jueces, quienes califican Ejecución, que son los elementos obligatorios a presentar en el agua, brazadas, figuras, partes técnicas, propulsión y precisión; la Impresión General, que califica la coreografía y uso de la música, sincronización, dificultad y presentación.
Al final una labor de apreciación de los jueces que en muchas ocasiones perjudican o benefician a las sirenas, que tienen la finalidad de convencer de la mejor forma en busca de una puntuación alta que las lleve al podio.
Prohibido tocar el piso de la alberca, tener una figura recta, los dedos de los pies siempre en punta y dentro del agua los ojos bien abiertos y a comunicarse con señas con la compañera para seguir de la mejor forma la rutina y la música, reiterando la sonrisa jamás borrada de su rostro.
Un sinfín de posiciones poco a poco se han incluido en la práctica de este deporte pero siempre existen las bases, lo fundamental que se tiene que efectuar con la perfecta sincronización para conseguir los objetivos.
Caballero, escuadra, escuadra atrás, encogida, el famoso Split, rodilla doblada, posición vertical, delfín, delfín vertical, piernas juntas o extendidas, espalda arqueada, rotación de contracatalina, giros de 360 o 180 grados, ascendentes y descendentes, son parte de las posturas que las ondinas deberán demostrar, una tarea para nada sencilla.