La asistente de investigación del Instituto Nacional de Psiquiatría, Maricarmen Bustos Gudiño, destacó la importancia de continuar con las prácticas preventivas y que continúe el impacto en la población, para lograr que disminuya su consumo entre adultos.
Resaltó también la conveniencia de considerar el monitoreo del cumplimiento de las regulaciones de estas sustancias, sobre todo en los espacios libres de tabaco y asegurar que estas prohibiciones se cumplan.
En una ponencia sobre el panorama epidemiológico y sus implicaciones para la prevención, refirió la importancia de que el país continúe comprometido con estos acuerdos y leyes, y siga realizando acciones como los criptogramas en cajetillas de cigarros.
En el marco del Segundo Congreso Mundial en Prevención de Adicciones en Niños y Adolescentes, la especialista consideró que se deben ampliar los espacios libres de humo de tabaco, pues sólo en 11 estados del país se han hecho leyes para establecerlos.
“Es importante que todo el país se sume a esto y se mantenga el control de la oferta, que los establecimientos cumplan con no vender cigarros a menores y que tampoco se sigan vendiendo sueltos”, manifestó.
También señaló ante los asistentes a este congreso mundial, la necesidad de permanecer atentos a los nuevos productos derivados del tabaco, como el cigarrillo electrónico y realizar regulaciones al respecto.
Respecto al consumo excesivo de alcohol, refirió que se trata del producto que tiene incrementos más importantes en la población, sobre todo entre los adolescentes, por lo que son necesarias medidas que impacten a la población de forma positiva.
Se trata, dijo, de hacer ver que algunas situaciones como la aceptación social facilitan su consumo, que dentro de la familia y amigos se acepta, por lo que es fácil que los chicos se involucren en edades más tempranas en su ingesta.
Agregó que frases como “prefiero que tomes aquí a que lo hagas en otro lado”, propician el consumo del alcohol, y cuando éste inicia en edades más tempranas, aumenta el riesgo de que se establezca en edades más adultas.
Recordó que el consumo excesivo de alcohol es un riesgo no sólo para el consumidor, sino también para las personas que se encuentran alrededor, e incluso aumenta las probabilidades de accidentes automovilísticos y violencia, entre otros.
Con referencia al consumo de otras drogas como la marihuana, explicó que es de importancia que se continúe trabajando para exhibir que se trata de la sustancia cuyo consumo va en incremento, principalmente entre jóvenes.
La asistente de investigación del Instituto Nacional de Psiquiatría expuso que mientras se siga considerando entre los jóvenes que no es tan riesgoso fumar marihuana, el consumo de esta droga irá en aumento.
“Debido a la disponibilidad de drogas, todas las autoridades deben comprometerse, crear entornos escolares que promuevan la prevención, espacios de recreación familiar, de convivencia que permitan a la familia una mayor integración”, resaltó.