Tuxtla Gutiérrez, México, marzo (SEMlac).- "Todo indica que tendremos una primera presidenta de la República, pero tenemos que preguntarnos si podrán gobernar para las mujeres", lanzó la periodista y activista feminista, Sara Lovera López, al analizar "las dificultades de la paridad en medio de la historia de nuestra ciudadanía."
En el auditorio de la Escuela Libre de Derecho, a invitación de la Colectiva Feminista 50 más 1, y de su presidenta, Alma Rosa Cariño, Lovera López -con más de 50 años de trayectoria- dijo que los dos perfiles de las candidatas indican que están haciendo política en la estructura patriarcal.
"La oficialista ¿qué podrá hacer?; tiene el plan de gobierno hecho por su mentor, líder o jefe. La de oposición no pudo siquiera participar en la asignación de candidaturas, está determinada por las costumbres de los partidos que la postulan".
Señaló que, en México, las mujeres en el poder son una cosecha numérica, "porque llegan a posiciones de poder, sin poder real; están acotadas por la estructura masculina".
Citó un ejemplo: "hoy en el Congreso hay 50 por ciento de hombres y 50 por ciento de mujeres. Ellos tienen la Junta de Coordinación Política. Ellos deciden las comisiones, los recursos y las prioridades legislativas. Sólo una es representante de su partido, además de que los partidos también eligen prioridades legislativas".
Para Sara Lovera, la resistencia machista ha limitado la participación de las mujeres históricamente. Expuso que "las feministas, en México, desde los años 90, trabajaron denodadamente por la inclusión y la paridad; sin embargo, las italianas hace 40 años dijeron: cuerpo de mujer no garantiza, ¿pero era necesario luchar porque llegaran?; sí, porque al incluirse en la cosa pública, hacen justicia elemental".
"Si somos más de la mitad de la población, ¿por qué no habríamos de ser la mitad del poder?, reflexionó. Pero, "no todas, es más, solo una minoría reconoce que llegar al poder tiene compromisos con todas las mujeres, pues muchas reproducen el modelo patriarcal".
Agregó que a la situación "acotada", en ambientes masculinos, se suma su propio pensamiento: "¿piensan que las mujeres valen menos que los hombres?, No todas, pero sí muchas viven en la contradicción: ser libres, cumplir con el partido, cumplir con la familia, cumplir con el papel que les fue asignado, porque si fallan con el partido, no aparecerán en las boletas electorales."
"Se suma entonces la violencia política contra las mujeres, por eso las mujeres avanzamos cuando trabajamos juntas, pluralmente", manifestó.