Dijo que el uso excesivo de estos medios provoca que los jóvenes se mantengan en riesgos constantes, afectando su integridad física y mental.
Al admitir que los niños y adolescentes de entre 10 y 14 años de edad, son quienes tiene mayor riesgo en las redes sociales, dijo que la dependencia a su cargo realiza diversos programas para prevenir y advertir a los jóvenes sobre las amenazas cibernéticas.
“Se derivan muchas problemáticas de las mismas, se deriva el problema de la extorsión, pornografía infantil, sexting, y más problemáticas en torno a la violencia, por lo que estamos trabajando en una campaña preventiva”, señaló.
La funcionaria refirió que el 40 por ciento de los hogares en Querétaro cuentan conInternet, por lo que las Redes Sociales son actualmente el medio de información que más utiliza dicho sector poblacional.
De ahí que manifestó que desde el mes de febrero se inició una campaña de “uso responsable de Redes Sociales”, la cual está enfocada al nivel secundaria, impartiendo mecanismos de prevención y cómo utilizarlas, al referir que se trabajará en coordinación con la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), para evitar que los jóvenes corran cualquier tipo de riesgo.
Sin embargo no descarta la posibilidad de que posteriormente la legislatura local pueda crear alguna ley para sancionar el Sexting o el Bullying cibernético, ya que este tipo de riesgos se presentan cuando los jóvenes buscan la aceptación de una comunidad o ser populares en su círculo de amigos, cayendo fácilmente en estas prácticas.
“Es una situación que se debe llevar a cabo de manera coordinada, en cuestión de seguridad, pero también es un tema de concientización social, nosotros colaboramos de hecho con el sistema de alerta Amber para concientizar a la ciudadanía de conocer opera para llegar a cabo cada uno de los lineamientos”, apuntó.
Finalmente recomendó a los padres de familia que para evitar que sus hijos sean víctimas del grooming o del sexting, deben promover la responsabilidad del uso del celular y las redes sociales como una cultura, enseñándoles los riesgos de publicar o enviar fotos a otras personas, aceptar contactos desconocidos, y sobre todo, darles teléfonos cuando consideren que es necesario, no sin antes proporcionarles una orientación adecuada de su uso.