Sin importar la edad, el peso o qué tan enfermos están los pacientes con obesidad, lo que realmente es fundamental para lograr las metas del tratamiento es que asistan periódicamente con el profesional de salud para sentirse acompañados y resolver cualquier duda.
La especialista presentó en la Obesity Week, los resultados del seguimiento durante seis meses a integrantes del Programa de Atención para el Paciente con Obesidad del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ), en México.
Destacó que las personas que asistieron a siete consultas médicas, incluyendo la del diagnóstico tuvieron mejores resultados en el apego a sus programas de nutrición, actividad física y psicológicos, entre otros.
El estudio realizado entre 2015 y 2016, arrojó que 40 por ciento de los pacientes perdió 5 por ciento de su peso inicial, y fueron los que más consultas tuvieron. El promedio de edad fue de 38 años y 70 por ciento fueron mujeres.
Aunque haya semanas en que no pierden peso, ir al médico para expresar sus inquietudes los tranquiliza y pueden seguir adelante con el programa, o se definen ajustes al mismo, para conseguir la meta propuesta.
Si logran reducir 5 por ciento de su peso inicial en el lapso del programa (seis meses) es muy bueno, y el acudir a las consultas mensuales es un factor que se asocia al éxito de esta intervención multidisciplinaria.
En entrevista, Verónica Vázquez, mencionó que hay distintos grados de la enfermedad que van del cero al cuatro en distintas áreas como la física, la emocional y la funcionalidad del paciente, y de acuerdo al puntaje en cada una de ellas se desarrolla el programa personalizado para cada uno de ellos.
Indicó que como en otras enfermedades crónicas, hay personas que se encuentran en etapa terminal y entonces ninguna intervención médica o psicológica resulta suficiente para atender el problema.
Aquellos que llegan a este programa han probado al menos 10 tratamientos previos para bajar de peso sin tener éxito sostenido, ya que muchas veces se encuentran con productos llamados "milagro" o se les ofrece regímenes alimenticios generales, sin tomar en cuenta sus necesidades personales.