El 90 % de bebés prematuros en mayor riesgo por virus sincicial respiratorio

AGENCIA EFE
07 de Diciembre de 2022
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Prevenir la enfermedad por virus sincicial respiratorio (VSR) es indispensable para evitar la mortalidad en niños menores de 2 años, en especial aquellos que nacieron de forma prematura, pues hasta 90 % de ellos están en mayor riesgo de infectarse y complicarse.
Prevenir la enfermedad por virus sincicial respiratorio (VSR) es indispensable para evitar la mortalidad en niños menores de 2 años, en especial aquellos que nacieron de forma prematura, pues hasta 90 % de ellos están en mayor riesgo de infectarse y complicarse.

Ciudad de México, 7 dic (EFE).- Prevenir la enfermedad por virus sincicial respiratorio (VSR) es indispensable para evitar la mortalidad en niños menores de 2 años, en especial aquellos que nacieron de forma prematura, pues hasta 90 % de ellos están en mayor riesgo de infectarse y complicarse, señaló este miércoles un especialista.

“Se calcula que el 90 % de los niños ya se han visto afectados por este virus a los 2 años y, en el caso de niños prematuros, el riesgo de fallecimiento aumenta significativamente”, precisó en entrevista con EFE el infectólogo pediatra Sarbelio Moreno.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), a nivel mundial el 60 % de las infecciones respiratorias agudas en los niños se debe a VSR.

Anualmente, en el mundo alrededor de 33 millones de niños menores de 5 años presentan esta clase de infecciones asociadas al VSR, que dan como resultado más de tres millones de hospitalizaciones y aproximadamente 60.000 muertes.

El virus sincicial respiratorio puede iniciar como un catarro común, pero en niños prematuros puede complicarse hasta una neumonía o bronquiolitis con dificultad respiratoria, lo que aumenta la posibilidad de hospitalización e incluso de fallecimiento.

Entre los principales síntomas, dijo el experto, está la dificultad respiratoria, que varía mucho según la edad.

“Por ejemplo, si se trata de un niño pequeño, el niño va a empezar con un cuadro viral con fiebre de baja intensidad con flujo nasal, con estornudos, pero que rápidamente progresa a datos de dificultad respiratorios”, señaló el también director de enseñanza y desarrollo académico del Hospital Infantil de México “Federico Gómez”.

En cambio, en los niños un poco mayores disminuye su capacidad respiratoria y puede provocar otitis, mientras que en adultos mayores puede causar bronconeumonías o bronquiolitis.


“La bronquiolitis es una inflamación de los bronquiolos que llegan a causar dificultad respiratoria también”, apuntó.

 


Recordó que el VSR ocasiona más hospitalizaciones y muertes por infecciones agudas de vías respiratorias bajas en los niños menores de 5 años, siendo los bebés prematuros una población con mayor riesgo de complicaciones.

A nivel mundial, abundó, se estima que al año de edad el 50 % de los niños ya tuvieron contacto con el VSR y a los dos años casi todos habrán sido infectados.

Sin embargo, en poblaciones de riesgo como recién nacidos prematuros, niños con cardiopatías congénitas, displasia pulmonar, entre otras, el virus puede ocasionar diversas infecciones graves que van desde una bronquiolitis hasta una neumonía con falla respiratoria.

Actualmente, para el tratamiento se utilizan anticuerpos monoclonales como una manera de darles inmunidad.


PREVENCIÓN ES ESENCIAL

El experto enfatizó que la prevención es esencial para proteger a los pequeños, pues no existe un tratamiento específico que cure la enfermedad.

Las principales vías de contagio son por contacto con una persona portadora del virus mediante saliva o secreción nasal; así como con objetos contaminados o manos sucias con el virus, pues este permanece hasta 90 minutos en la piel; u objetos sucios, donde el virus puede sobrevivir hasta 6 horas.

Por ello, los cuidadores de bebés y niños menores a dos años deben extremar precauciones para protegerlos y reforzar acciones como lavar sus manos frecuentemente, evitar multitudes y el contacto con otros pequeños, sobre todo si presentan gripa o congestión nasal, además de mantener limpios juguetes, ropa, cobijas y sábanas.
 

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