Estimadas lectoras y lectores, les envío un cordial saludo, esperando que se encuentren muy bien. El día de hoy hablaré sobre otro tema relacionado con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena); pues resulta que a pesar de que esta dependencia del Gobierno Federal, es una de las que tiene una mayor asignación de presupuesto, hace unas semanas, realizó un requerimiento a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) por 266 millones 207 mil pesos, para la adquisición de 3,570 cámaras tácticas que serán destinadas al personal militar, pero sólo de las alcaldías Miguel Hidalgo, de la Ciudad de México y Mexicali, Baja California; este equipo consiste en cámaras de videograbación para cascos de uso táctico que porta el personal militar.
Por supuesto habrá quien en este momento piense que es de suma importancia equipar bien a la milicia, sobre todo en el combate al narcotráfico, con lo que concuerdo, sin embargo, mi comentario sobre este tema va encaminado a cuestionar los motivos por los cuales la Sedena no lo tenía contemplado en su presupuesto 2023 y porqué hasta el desarrollo de este año hace el requerimiento, no obstante, que debió de existir el proyecto de adquisición desde el año 2022 y por consiguiente se debió peticionar en el presupuesto que se presenta a finales de año para el siguiente ejercicio presupuestal, lo que llama la atención es que se presente hasta este año y sea requerido a otra dependencia, según se puede consultar en la página web www.sedena.org.mx. Cabe señalar que adicional a este requerimiento que corresponde a la cantidad de 266 millones 207 mil pesos, la Sedena considera, para el mantenimiento de este equipo, nada más y nada menos que 48 millones 460 mil pesos, es por ello que se hace el cuestionamiento a este tipo de adquisiciones, por la falta de planeación, o tal vez negligencia, o tal vez ocultamiento de ciertos “proyectos” en la presentación del presupuesto anual, para que ahí ante el Congreso Federal no se cuestionen estos “proyectos” porque además, se debe considerar que esta adquisición trae consigo la “secrecía” de la información, justificada en la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la información Pública, en donde la Sedena sostiene, en un comunicado oficial, que uno de los motivos para su clasificación como tal, es que se ponga en riesgo la vida o seguridad de una persona, así como el comprometer la seguridad pública, y está bien, pero, ¿por qué no estaba contemplado dentro del presupuesto 2023 de la propia Sedena? y ¿por qué ahora, hasta casi medio año se hace el requerimiento a la SHC?
De estos comentarios, habrá quien diga que mi postura ha sido muy determinante en “atacar” o “cuestionar” las acciones del Gobierno de la República que encabeza Andrés Manuel López Obrador, pero quiero aprovechar este espacio para puntualizar que “no soy anti Morena” “no soy anti López Obrador” y “tampoco soy anti Cuarta Transformación”, simplemente analizo información y expreso mi pensar sobre estos temas tan trascendentales, pero sobre todo por las irregularidades que se observan en el manejo y disposición de los recursos económicos del erario público, al contemplar tantos y tantos millones de pesos en la adquisición de bienes, en este caso equipamiento, sin una plantación debidamente sustentada, por supuesto que es de cuestionarse, no obstante, como siempre lo digo, la mejor opinión es la de ustedes amables lectores. ¡Hasta la próxima!