Querétaro, 14 Septiembre 2021.- La especialista Blanca Estela Gutiérrez Grajeda informó en su estudio “El sistema carcelario en Querétaro durante el Pofiriato” que en el estado, las cárceles carecían de materiales para proporcionarles alguna comodidad a los reos.
“Faltaban en ellas “todo lo indispensable para proporcionarles las comodidades que (requería) su penosa situación y aliviar su desventura” señaló.
Por un lado, informó que durante el porfiriato en el estado de Querétaro la cárcel de la capital era la que se encontraba en mejor estado, ya que tenía dos calabozos para hombres y dos para mujeres,
Sin embargo, Gutiérrez Grajeda señaló que tenían problemas de circulación de aire debido a que los patios eran pequeños y los muros eran tan elevados que impedían el paso del aire, situación que representó condiciones insalubres.
“La cárcel de la capital era sin duda “la menos mala” y contenía dos calabozos para hombres y dos para mujeres, pero los patios eran muy pequeños y los muros muy elevados que impedían la libre circulación del aire y eran, por lo mismo, “poco sanos”, dijo.
Mientras tanto, la especialista informó que la cárcel de San Juan del Río estaba conformada por dos calabozos pequeños y uno grande, mientras que había tres calabozos para mujeres, los cuales eran poco ventilados.
“La cárcel de San Juan del Río contenía “dos calabozos chicos y uno grande, húmedo”, y un patio pequeño; la de mujeres se reducía “a tres piezas muy mal ventiladas”, comentó.
Por otro lado, la cárcel del municipio de Cadereyta contenía un calabozo grande y un patio grande, mientras que la especialista informó que la de Tolimán estaba conformada por una pieza y un patio.
“La de Amealco era de una sola pieza de adobe, de “cosa de diez varas de longitud y ocho de latitud” y la de Jalpan “una galera de poco más de doce varas y techo malo”, señaló.
Finalmente, la especialista informó que en el estado de Querétaro había más cárceles en Bernal, Vizarrón, Tolimanejo, Peñamiller, Huimilpan, La Cañada, Hércules y Santa Rosa que se encontraban en “pésimo estado”.