San Juan del Río, 3 de mayo de 2024.- Un hombre que habría sido reportado por vecinos a la policía, presuntamente por alterar el orden, fue ultimado de un disparo de arma de fuego, presuntamente por uno de los elementos de la Policía Municipal que acudieron al reporte.
De acuerdo con información de los familiares, la víctima es identificada como Martín Lizardi Gómez, de alrededor de 40 años de edad, y los hechos sucedieron en la calle Los Reséndiz No. 124, en la comunidad Puerta de Palmillas.
Se dijo que al arribo de la policía, los elementos ingresaron al domicilio con la supuesta intención de dialogar con el ahora occiso; sin embargo, al percatarse de que al parecer portaba una arma de fuego, uno de los elementos policíacos le disparó a la cabeza.
Una vez sucedidos los hechos, de manera inmediata los patrulleros se retiraron a toda prisa del lugar, mientras que se solicitó la presencia de los servicios de emergencia, quienes solo habrían confirmado el deceso del infortunado individuo.
El reporte lo habrían realizado a la policía vecinos de la propia calle donde ocurrieron los hechos, por lo que seguramente tendrán que ser llamados a la Fiscalía para que declaren.
Mientras que la familia y vecinos se mostraron consternados por la situación de violencia que habrían empleado los uniformados, una vez que llegaron los elementos de la Policía de Investigación del Delito de la Fiscalía del Estado y peritos en materia de criminalística, amenazaron a los familiares con 'pasarles lo mismo que al difunto', si hacían su escándalo.
Cabe señalar que acusan de manera directa de amenazas e intimidación a los elementos policíacos de investigación que participaron en estos hechos para las diligencias de investigación y levantamiento del cuerpo, al referir que temen por su vida o que algo les vaya a pasar debido a las amenazas que sufrieron.
Los familiares mencionaron que ciertamente el ahora occiso traía un arma de fuego en la cintura, pero nunca intentó sacarla, ya que al caer al suelo sin vida presuntamente todavía la traía fajada.
La zona de la calle Los Reséndiz fue acordonada por la policía y en el lugar había elementos de la policía de investigación de servicios periciales y de la policía municipal, encabezados por el Secretario Ángel Rangel Nieves.
Cabe señalar que inmediatamente después de los hechos, la SSPM subió a sus redes sociales un párrafo informativo completamente contradictorio con la versión de testigos y familiares.
"Elementos de la SSPM SJR, atendieron el reporte por riña familiar en la comunidad de Puerta de Palmillas, realizado a la línea única de emergencias 911. Referían que un masculino se encontraba armado con machete y arma de fuego, amedrentando a sus familiares y que se había encerrado en una habitación. Ante este hecho, los elementos aplicaron los protocolos necesarios, realizando trabajo de contención y convencimiento para que el masculino saliera de la habitación; sin embargo, escucharon al interior una detonación, por lo que ingresaron encontrando a la persona sin signos vitales. De este hecho se dio conocimiento a servicios periciales para que se realicen las investigaciones conducentes, de igual manera se brinda contención y apoyo psicológico a familiares a través del área de atención a víctimas".
Esta versión es completamente diferente a lo que los familiares declararon a los medios de comunicación, además de que refieren que en ningún momento recibieron la supuesta contención por parte del área de atención a víctimas.
De esta manera, los familiares del infortunado individuo, del que la policía refiere que tenía antecedentes por diversos hechos delictivos, piden a las autoridades que los elementos que dispararon y que huyeron del lugar, sean presentados por la SSPM ante la fiscalía para que respondan por los hechos.
Además de que quede antecedente de las amenazas de que fue objeto la familia por parte de los elementos de investigación del delito de la Fiscalía del Estado, de que 'si la hacen de pedo' les pasará lo mismo que a su hermano.
Esta situación mantiene atemorizada a la familia y vecinos, al referir que tanto los policías agresores, como los investigadores, podrían atentar contra su integridad, para que no declaren lo que realmente sucedió.