San Juan del Río, 3 Junio 2020.- Francisco Hernández Cervantes y su familia, desde 1990 han hecho de la venta de elotes y jícamas, su principal fuente de ingresos.
Ubicados por muchos años a un costado del Mercado Reforma, ahora con la contingencia sanitaria por el Covid-19, han tenido que seguir con el negocio desde su propio hogar, aunque las ventas disminuyeron considerablemente.
Pero eso no ha cambiado que Don Francisco y su esposa, Ma. de Jesús, te reciban con una sonrisa y amabilidad, siempre listos para vender sus ya tradicionales elotes.
Comentan que ella fue quien emprendió el negocio en 1980, “en aquel entonces era digamos ambulante, no pagaba por mi lugar, fue hasta 1990 cuando pagué impuestos por mi lugar", dijo Ma. de Jesús.
Fue entonces que Francisco Hernández, conocido como “Panchito", entre sus clientes y amigos, se hizo cargo de la venta de elotes y jícamas, “fueron 10 años que ella era quien vendía, después me tocó a mi hacerme cargo", menciona.
En sus comienzos pagaban cada mes el espacio donde comerciaban, pero ahora prefiere hacerlo anual para poder tener un mejor control de sus ventas y su tiempo.
Con el inicio de la cuarentena se vio obligado a buscar una nueva forma de venta, ya que con las medidas sanitarias no podía seguir en la calle ofreciendo sus productos a la gente.
Fue así que decidió emprender el negocio desde su domicilio, donde nuevamente cuenta con la ayuda de su esposa, y con un trabajo en equipo llevan acabo la venta de sus elotes.
Durante los 32 años de venta, nunca le había tocado una situación como esta, pero se mantiene tranquilo y con la fe de que pronto todo saldrá favorable, “ya quiero volver a mi lugar", menciona.
Ante esta situación tuvo que buscar un empleo adicional además de la venta de sus elotes, para poder llevar el sustento a su hogar, y es por ello es que la venta de elotes es de lunes a sábado.
“Mis clientes son muy considerados, muchos vienen desde el Pedregoso, Indeco para comprar los elotes, y me dicen que ya extrañan la venta junto al mercado, pero qué se le puede hacer”, se pregunta Francisco.
Con una sonrisa en el rostro y su fe inquebrantable, Panchito espera que todo esto termine para poder volver a su lugar donde tradicionalmente hace su venta, y así poder satisfacer satisfacer el paladar de sus clientes.
La pandemia lo obligó a cambiar su lugar de venta de elotes
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de Junio
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2020
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