Dijo que en Querétaro los casos de San Juan del Río, tienden a ser resueltos en la capital, mientras que municipios serranos como Jalpan, Pinal de Amoles o Peñamiller, pueden realizarlos mediante la competencia auxiliar con los jueces del fuero común.
“Lamentablemente hay mucho desconocimiento, tanto de los abogados como de los jueces del fuero común en esos municipios para tramitar ese tipo de amparos”, dijo.
Dijo que la Universidad Autónoma de Querétaro, a diferencia de otras universidades, ha generado desde 2015 cursos de titulación con enfoque de amparo, con grupos de hasta 200 personas.
“La facultad de derecho organiza dos o tres por año, y no solamente en Querétaro, sino en Jalpan, aunque claro no es lo mismo de 200 a 220 en la capital, a 13 o 14 en Jalpan”.
Reiteró que este derecho se usa con mayor frecuencia en los juicios civiles, para defender la libertad o la propiedad, pero hace falta hacerlo más ágil en algunas materias, de ahí la prioridad de actualización del gremio litigante.
El juicio de amparo es muy criticado en otros países latinoamericanos por su complejidad, pero la realidad es que en México el amparo procede contra muchísimas cosas, como por ejemplo las ordenes de aprehensión.
“En Perú no procede un amparo por orden de aprehensión, la propia constitución de Perú en su artículo 200 prohíbe la promoción del amparo contra actos jurisdiccionales, mientras que aquí en México tenemos esa ventaja”, agregó.
Finalmente indicó que la capacitación en materia de amparo no sólo es necesaria para los jueces, sino para todo el personal de los juzgados para que se vuelvan sensibles, al referir que se trata de un ejercicio de control ante otros poderes.
“Querétaro es un estado que en términos generales está muy bien, pero si fueran a otros estados el amparo hace milagros realmente”, finalizó.