Explicó que la osteoporosis es una enfermedad esquelética caracterizada por una reducción de la masa ósea con alteración de la función esquelética, que produce una mayor tendencia a las fracturas, y en cuya patogenia está implicada la nutrición.
La nutrióloga señaló que las dietas bajas en energía, con frecuencia tienen poca cantidad de calcio y pueden contribuir a una ingesta inadecuada de calcio.
Resaltó que el calcio es muy importante durante los años de crecimiento especialmente durante la infancia y la adolescencia, pero también durante el embarazo y la lactancia, así como durante el desarrollo de la masa ósea máxima entre los 18 y 30 años de edad.
Citó como algunos componentes que afectan la absorción del calcio una ingesta excesiva de fósforo (carne, pollo, pescado, las nueces, almendras y productos derivados de la leche) acelera la pérdida ósea y afecta el equilibrio del calcio.
Añadió además, que el exceso de cafeína incrementa la pérdida de calcio a través de los riñones y el intestino, así como el exceso del consumo de alcohol disminuye la masa ósea.
Recomendó moderar el consumo de cafeína (no más de tres tazas de café al día); descartar dietas que superen los 35 gramos de fibra diaria, así como las hiperproteicas; evitar el consumo excesivo de alcohol y no fumar.