Santo Domingo, abril (SEMlac).-El logro de una educación inclusiva que favorezca a niños, niñas y adolescentes con discapacidad, a fin de que puedan estudiar en igualdad de condiciones en escuelas regulares, significa un gran reto para el país, tal y como dieron a conocer el Ministerio de Educación (Minerd) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), durante un conversatorio realizado el pasado 4 de abril en esta capital.
En la actividad participaron periodistas y profesores, a quienes Rosa El Carte, representante en la Oficina de Unicef en el país, aseguró que el proceso es largo y necesita de toda la sociedad; pero "existe en este momento una voluntad política y lo sabemos".
"Cuando los niños con discapacidades y sin discapacidades puedan estudiar juntos y jugar juntos estaremos sentando las bases para la generación de sociedades inclusivas", explicó.
Junto a El Carte se hallaban Cristina Amiama, directora de Educación Especial del Minerd, y las expertas internacionales Paulina Godoy y Rossana Godoy, así como Lissete Núñez, oficial de Educación de Unicef.
"Venimos a dialogar con profesores y alumnos, para entregar nuestras observaciones posteriormente; pero, si algo podemos adelantar, es que vimos cómo el alumnado ama a sus escuelas y los profesores se manifiestan muy comprometidos", expuso Rossana Godoy a SEMlac.
Paulina Godoy subrayó que su labor en la nación dominicana se halla en un período inicial: "No toda la población está integrada; por eso se deben desarrollar campañas familiares, pues todos los hijos e hijas tienen derecho a la instrucción, no importa su condición", dijo.
El criterio común de Paulina y Rossana Godoy es que la sociedad aumenta la discapacidad porque no proporciona la inclusión de niños y niñas.
Amiama, por su parte, precisó que el Ministerio ha realizado importantes esfuerzos para lograr que estudiantes con discapacidad puedan estudiar en igualdad de condiciones:
"En 2013 se realizó un levantamiento en 87 por ciento de las escuelas públicas a nivel nacional, y percibimos que, de estas, solo 48 por ciento tenía estudiantes con alguna limitación; de ellas, 59 por ciento no incorpora estrategias pedagógicas ajustadas a esa población y 64 no dispone del personal especializado para lograr el aprendizaje y la permanencia escolar", enfatizó la funcionaria.
"Hay un largo camino", reiteró la especialista en Educación Especial del Minerd: "Pero hay un diagnóstico y una voluntad clara, aunque la inclusión debe ser para todos y todas, tenemos que focalizarnos en esos grupos que han estado vulnerables por razones históricas o sociales. Estamos articulando una respuesta que va desde la identificación de necesidades hasta la proporción de recursos", detalló.
República Dominicana se halla inmersa desde hace años en el tema de la educación inclusiva y los retos y oportunidades que integra en su desarrollo.
Cristina Amiama resaltó que el Minerd, con el apoyo de Unicef, busca fortalecer el sistema educativo y, en especial, que se realicen los ajustes necesarios en la inclusión educativa (curricular, estrategias pedagógicas, recursos para el aprendizaje, formación docente, instrumentos de evaluación, diseño accesible en la infraestructura, entre otros).
En este sentido, agradeció el apoyo y, particularmente, la asistencia técnica internacional especializada en aulas regulares, mediante el desarrollo de una normativa curricular inclusiva, así como con las especificaciones en apoyo al docente que tenga en su aula a quien presente algún tipo de discapacidad.
Rosa El Carte explicó que la organización que representa apoya al país en el cumplimiento del Derecho a la Educación con calidad y a ofrecer igualdad de oportunidades a los niños y niñas más vulnerables, y para asumir los compromisos adquiridos por República Dominicana en el marco de la ratificación de la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad.
Pese a que el gobierno del presidente Danilo Medina ha impulsado una Revolución Educativa, aún existen múltiples barreras que saltar en la nación dominicana.
SEMlac recepcionó la opinión común de las ponentes en el punto álgido que está por resolverse, y es la formación del profesorado y el fortalecimiento de sus capacidades, para que puedan responder a cada una de las necesidades del alumnado en condiciones especiales, o sin ellas; sin olvidar el esfuerzo conjunto de los padres y madres, así como de los actores sociales y la comunidad toda para lograr la efectividad en este difícil proceso.
Las observaciones que entregarán en breve las expertas Godoy constituirán pautas a seguir; pero si algo definieron ambas especialistas a SEMlac es que "la escuela debe contar con procedimientos y herramientas para hacer cumplir los derechos a una formación con calidad y ofrecer igualdad de oportunidades a niños, niñas y adolescentes más vulnerables. La población es diversa y la evaluación debe contemplar esa diversidad", concluyeron.
Por: Mercedes Alonso Romero
El desafío de la inclusión escolar de niñas y niños con discapacidades
11
de Abril
de
2016
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