gerardo sanchez vazquez abogado

En la opinión de Gerardo Sánchez

09 de Marzo de 2023
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Hoy hablaré sobre la polémica que se generó sobre la instalación de la planta automotriz de Tesla, propiedad del multimillonario Elon Musk, en México, específicamente en el Municipio de Santa Catarina. Como pudimos leer, escuchar y observar en todos los medios de comunicación nacionales e incluso internacionales, existía la negativa, por parte del Presidente de nuestro país Andrés Manuel López Obrador, a brindarle las autorizaciones respectivas para su instalación en territorio nacional, surgiendo un sentimiento generalizado de los distintos sectores de la población, y más de los sectores económicos e industriales, de molestia e inconformidad hacia el Presidente por esta negativa, sobre todo sabiendo que la inversión sería multimillonaria y generaría muchos beneficios, sobresaliendo el número de empleos directos e indirectos que se  ofrecerán, no obstante que por supuesto, esa inversión traerá consigo un sin número de detonantes en la economía mexicana.

Con el anuncio formal de la construcción de una nueva planta de producción de automóviles eléctricos, en México, como parte de una expansión global y ampliación de esa compañía (Tesla), surge un beneplácito en gran parte de la población, con la clara idea, que toda inversión trae más beneficios que perjuicios, y esto lo señalo, derivado de las distintas declaraciones que realizó Andrés Manuel López Obrador, que se oponía a que dicha planta automotriz se instalara en el Estado de Nuevo León,  argumentando la escases de agua en ese estado del norte del país, circunstancia que me pareció aberrante, en el sentido de que por el hecho de ser el mandatario del país, por ello podría mandar en qué otros lugares se debería  instalar dicha empresa, olvidando rotundamente que una inversión privada, es quien elige dónde invertir y porqué, aunado a que una industria como esta, que pertenece a una de las personas más ricas del mundo, es evidente que se realizó un análisis e investigaciones previas a tomar la decisión para su instalación en nuestro país, en las que existe el sustento para ello, sobre todo que también le beneficie en las ganancias para realizar una inversión así; si bien es cierto que ese particular requiere de diversas autorizaciones del Gobierno Federal, lo cierto es que, cualquier gobernante estaría en una disposición total de aceptar y recibir dicha inversión, pero vemos que este Gobierno de la “Cuarta Transformación” aún no ha logrado entender que la forma de gobierno y las políticas públicas no las puede tomar a su antojo, sino que debe privilegiar, ante todo, el beneficio popular, y ante esta postura, estoy seguro, que no habrá alguien que diga que fue una decisión correcta el negar en un principio las autorizaciones para su instalación, e incluso condicionarla a otorgarle los permisos correspondientes pero en otros lugares, que situación tan desatinada de un gobernante, pero en fin, al final de cuentas, cedió Andrés Manuel López Obrador y autorizó que se instalara dicha empresa en donde ya había decidido hacerlo.

De lo anterior, quiero agregar, hasta donde existe o existió una irresponsabilidad en el ejercicio del poder, por parte del titular del Gobierno Federal, porque me pregunto: ¿Qué opinión tendríamos de no haberse instalado Tesla en México?, ¿Qué justificación habría dicho el presidente?, ¿Quién le fincaría una responsabilidad por los perjuicios que hubiese ocasionado la negativa?, ¿Hasta dónde está actuando de manera correcta el presidente de México?, considero que este tipo de decisiones incorrectas traen consigo un desorden en el desarrollo de políticas públicas y por supuesto, perjuicios en gran parte de los sectores de la población, pero como siempre, lo mejor opinión es de ustedes, estimadas y estimados lectores.

 

¡Hasta la próxima!

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