El día de hoy continuaremos hablando de la responsabilidad de las y los gobernantes en el ejercicio del poder, y ésta implica también promover el crecimiento económico del país, el cual es medido por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, por sus siglas OCDE, que para el año 2022 redujo la proyección de crecimiento para nuestro país, del 3.3 al 2.3 por ciento, y esto debido principalmente a dos factores: la falta de competencia y la corrupción.
En el informe de la OCDE sobre el estudio económico del crecimiento para México 2022, que se puede consultar en la página de internet www.ecde.org, se advierte que el actual gobierno federal no ha podido disminuir la corrupción como se lo propuso al inicio de la administración el Presidente Andrés Manuel López Obrador, lo que ha originado, no solo el principal problema de México en el ámbito político, sino que se han desencadenado otros problemas como: la pobreza, la inseguridad y violencia; así las cosas, coincido con este informe de la OCDE, en el que no es suficiente contar con sistemas nacionales y locales anticorrupción, sino que es necesario potencializar la capacitación técnica de estos organismos de lucha contra la corrupción, además de promover la participación del sector privado, a través de esquemas en los que su voz sea escuchada y se tomen acciones en consecuencia; sin embargo, el tema de competitividad, de acuerdo con lo expuesto por la OCDE, es uno de los problemas a los que se enfrentan principalmente las empresas, ya que las cargas regulatorias son altas, aunado a la falta de accesos que tienen a financiamientos bancarios, lo que podría reducir las oportunidades comerciales con otros países, sobre todo en el rubro manufacturero con los Estados Unidos de Norteamérica.
Así las cosas, también es oportuno señalar, que el pronóstico de crecimiento para México por parte del fondo Monetario Internacional (FMI) es del 2.8 por ciento, muy por debajo del 4.1 previsto por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, es entonces que este decrecimiento no solo se le puede atribuir a los efectos de la pandemia por el COVID-19, sino también a la falta de inversión extranjera e impulso de la productividad de todos los sectores económicos del país, que propicien la expansión del Producto Interno Bruto (PIB), con ello y demás factores podemos expresar que la política económica del país no ha logrado satisfacer los requerimientos sociales indispensables y por consiguiente nos encontramos en una de las circunstancias de mayor dificultad del ejercicio del poder.
¡Hasta pronto!