Recientes actos de violencia electoral en San Juan del Río, como la quema de dos vehículos utilitarios usados para la propaganda de Roberto Cabrera Valencia, candidato del PAN, han puesto en alerta sobre posibles actos de vandalismo o delincuenciales a medida que avanza la campaña electoral. Aunque los vehículos no pertenecían directamente a Cabrera, sí formaban parte de los servicios contratados para su campaña.
La condena a estos actos ha sido unánime entre líderes y políticos estatales de varios partidos. Sin embargo, es importante que estos incidentes se esclarezcan para garantizar a los ciudadanos que no habrá impunidad y que las elecciones transcurrirán pacíficamente hasta después del 2 de junio.
A medida que las campañas avanzan, la contienda se intensifica entre los partidos y candidatos, cada uno apostando fuerte para ganar, especialmente en un municipio estratégico como San Juan del Río, cuyo desarrollo y ubicación geográfica lo convierten en un punto neurálgico tanto para inversiones como para la política y el crimen organizado.
Las autoridades de seguridad, tanto locales como federales, deben asegurar que el proceso electoral sea seguro, limpio y transparente, eliminando cualquier duda sobre los resultados del 2 de junio. Los votantes, por su parte, deben evaluar cuidadosamente a quién darán su voto.
Entre los candidatos, hay quienes parecen solo cumplir con los requisitos mínimos sin representar un voto significativo. Por ejemplo, el sector del magisterio, tradicionalmente un voto corporativo, está representado por Abel Espinoza, quien aunque tuvo momentos de liderazgo y negoció posiciones políticas en el pasado, ahora no garantiza suficientes votos para ser una opción viable.
Abel Espinoza, actualmente, carece de influencia ciudadana y poder electoral en el sector educativo, lo que reduce sus posibilidades de obtener votos corporativos que beneficien al PAN en San Juan del Río para que le hayan dado una candidatura. Su presencia en la campaña puede incluso restar votos a otros candidatos del partido por el que contiende.
Por otro lado, Edgar Inzunza de la coalición PT, PVEM y MORENA, es un candidato joven y capaz, sin antecedentes negativos, representando una opción prometedora para el X Distrito. Carlos Mier de Movimiento Ciudadano, con su pasado como secretario de seguridad pública donde no logró avances significativos, ahora es poco probable que inspire confianza para mejorar la situación.
En cuanto al XI Distrito, el PVEM cometió un error al nominar a Tania Vences, una joven activista en q¿lo que ha destacado, pero que solo ha demostrado falta de compromiso con su campaña, ya que en lo poco que se le ha visto, es que se equivocó de distrito. Rosy Ríos de MORENA, aunque es una regidora experimentada, parece desmotivada para competir seriamente por un escaño en la legislatura estatal.
Memo Vega, ex alcalde y diputado con amplia experiencia, se presenta como uno de los candidatos más fuertes, con conocimiento profundo de las necesidades locales y un historial de gestión eficaz. Se anticipa que liderará la carrera por el Congreso, aunque debe evitar confiarse demasiado.
Para la Presidencia Municipal, la batalla se centra entre Roberto Cabrera del PAN y Juan Alvarado de la coalición MORENA, PT y PVEM. La competencia promete ser reñida, y el resultado del 2 de junio determinará el futuro político de San Juan del Río. Los otros candidatos, incluyendo a Vania Camacho del PRI y Victor Rocha, probablemente no tengan un impacto significativo en las elecciones, más allá de que alguno pudiera alcanzar una regiduría.
Este escenario electoral refleja una mezcla de experiencia, nuevas promesas y desafíos significativos, con los votantes de San Juan del Río enfrentando decisiones contundentes que moldearán el futuro del municipio.