Existen creencias de que los gatos de color negro invocan a la suerte ya sea para bien o para mal.
Culturalmente para los nacidos en Gran Bretaña, cruzarse con un gato de este color es una señal de buena suerte, mientras que en otros continentes como el europeo y americano es todo lo contrario, y se suele pensar que atraen “la mala suerte”.
Lo cierto, es que no hay nada comprobable que indique que estas mascotas de compañía estén asociadas con la fortuna.
Expertos de Grupo Amascota, del Consejo Nacional de Fabricantes de Alimentos Balanceados y de la Nutrición Animal (CONAFAB), invita a conocer más de estos animales de compañía y a desmitificar viejas creencias que giran alrededor de esta especie.
- Los gatos negros muestran índices bajos de adopción, esto debido en parte a supersticiones, sin embargo, hay otros factores que obstaculizan su adopción.
- Estas especies al igual que los perros negros son difíciles de retratar, y es que no es tarea sencilla capturar con el lente las características de estos peluditos, lo que hace que a la hora de darlos a conocer exista mayor complejidad para resaltar sus rasgos.
- ¿Son más agresivos? Se piensa que los gatos nacidos con este tono en su pelaje son agresivos, aunque esto es un mito. Por el contrario, el carácter de los gatos se determina por su genética, y no por su apariencia o tonalidades.
- El 27 de octubre se celebra el día del gato negro, esta tradición proviene de Estados Unidos, aunque se ha arraigado a otras partes del mundo. La celebración llamada National Black Cat Day, surgió para atraer la atención y promover la adopción de esta especie.
- Asociaciones de animales, alertan que, durante el mes de octubre, ya sea especies que ya cuentan con un hogar, así como aquellas que están en proceso de adopción, deben ser cuidadosamente resguardadas, ya que están indefensas ante rituales y cultos que se suelen realizar como parte de las festividades de Halloween o Día de Muertos.
Dejando atrás los mitos de esta especie, los gatos pueden tener muchos efectos positivos en nuestra vida cotidiana, desde reducir los riesgos cardiovasculares ya que los propietarios acostumbran a tener niveles más bajos de presión sanguínea y de triglicéridos y su corazón responde mejor ante situaciones de estrés.
Asimismo, estas especies brindan un mayor soporte para mejorar la salud emocional y mental. Y en el caso de los menores son una protección ante padecimientos como alergias y asma, pues en la convivencia con estos suelen desarrollar tolerancia inmunológica.
Sus cuidados, no son extraordinarios a los de otras mascotas, de igual forma requieren de contar con un esquema de vacunación y desparasitación regular.
Una adecuada alimentación con alimentos balanceados, de los cuales existen múltiples variedades en el mercado. Así como rutinas ocasionales al veterinario. Y por supuesto, todos los cuidados y cariño de sus dueños.