Los reyes de España Felipe VI, Letizia, la princesa de Asturias y la infanta Sofía presidieron el tradicional desfile por la Fiesta Nacional del 12 de octubre, que se realizó de forma incompleta al impedir la lluvia la participación de aviones del Ejército del Aire.
Además, el único incidente fue la forma en que ciudadanos recibieron y despidieron al mandatario, con silbidos y gritos como “okupa” (en relación a su llegada al poder mediante una moción de censura).
Los abucheos en este tipo de actos se hicieron patentes la década pasada en contra del entonces presidente José Luis Rodríguez Zapatero, pero no así en el caso del conservador Mariano Rajoy.
En los actos realizados en el Paseo de la Castellana de Madrid participaron unos cuatro mil militares de los tres Ejércitos, de la Guardia Civil, de la Policía Nacional, servicios de Protección Civil de comunidades autónomas, Ayuntamiento de Madrid, Salvamento Marítimo y 152 vehículos.
El rey fue recibido con los honores de ordenanza y pasó revista al Grupo de Honores de la Guardia Real y se inició el desfile con un salto paracaidista en la Plaza de Lima, donde estaba ubicada la Tribuna Real y frente a la cual se izó la bandera.
Tras un homenaje a los que dieron su vida por España, se realizó el desfile terrestre, estructurado por las diferentes unidades de los ejércitos y cuerpos policiales y de protección.
Como todos los años cerraron el desfile las agrupaciones de La Legión, cuyo principal contingente lo hace a 160 pasos por minuto, que le hace ser el más rápido a su paso en la parada militar.