En días pasados el Movimiento Académico por la Reforma Universitaria (MARU) hizo entrega de la iniciativa con proyecto de decreto que reforma, deroga y adiciona diversas disposiciones de la Ley orgánica 4 de la Universidad de Sonora, a las fracciones parlamentarias de los diferentes partidos que integran la LXII legislatura del congreso del estado de Sonora.
La profesora de tiempo completo y Coordinadora de la Licenciatura en Educación Guadalupe González Lizárraga, explicó en entrevista que ya no se puede sostener una ley que no tome en cuenta el derecho a la igualdad y el derecho a una vida libre de violencia para todas las mujeres que concurren a sus instalaciones.
González Lizárraga dijo que llevan cuatro años trabajando en la propuesta que contempla tres ejes: democracia, igualdad y perspectiva de género.
En la licenciatura se enfocan a los temas de igualdad, justicia y perspectiva de género, impulsándolo de manera determinante, comentó.
Por primera vez plantean una reforma que cambie las condiciones de participación de la comunidad universitaria en general, pues la actual no da para hablar de una transformación radical, principio de democracia que quieren impulsar.
Por su parte, ella ha procurado fomentar la armonización con las leyes que tenemos en el país, como son la Ley de igualdad entre mujeres y hombres, y la Ley general de acceso de las mujeres a una vida libre de violencia.
La ley orgánica 4 en ningún momento ha sido armonizada con éstas. Por otra parte, La ley de acceso a la información pública, tampoco ha sido armonizada. Recientemente se reformó la Constitución en el artículo tercero, cuyo espíritu es que todo el estudiantado tenga acceso a la educación en condiciones de igualdad, recordó.
Durante sus 35 años de docente se ha percatado que ha sido muy duro para las mujeres poder colocarse en una profesión, considera que mínimamente la armonización de la reforma debe tenerperspectiva de género.
“Si no visibilizamos y defendemos nuestros derechos como está en la legislación federal y estatal, seguiremos muy rezagadas como en este momento. Por ello se retomó este principio en la reforma propuesta”, explicó.
Si bien no era el principal eje, constituye uno de los más importantes, por ello fueron las mujeres quienes empezaron a impulsarlo, convenciendo a sus compañeros colegas, de tal forma que hoy es el primer punto en importancia, en la propuesta de reforma. No fue fácil, pero la continua argumentación y defensa de la temática, no dejó duda de que es un principio fundamental.
En su exposición de motivos quienes proponen esta reforma argumentan que es necesaria e inaplazable la integración al marco normativo de políticas que promuevan la igualdad para todas y todos los actores universitarios con independencia de su condición biológica, origen social o género.
Opinó que si bien en la reforma que proponen no se incluyen disposiciones específicas para atender casos de violencia contra las mujeres, éstos deberán desarrollarse más adelante bajo la estructura que les brinde la nueva legislación.
Abundó en que está convencida de que los organismos y comisiones que actualmente atienden el tema de la violencia de género al interior de la Universidad de Sonora, no han tenido impacto pues han sido insuficientes, por lo que los mecanismos deberían de cambiar.
“Bajo esa vía no vamos a avanzar, es importante que se incorporen mujeres que tienen más experiencia para poder impulsarlo de manera muy clara”, afirmó.
Está el espíritu planteado en la propuesta de reforma, pero tenemos que desarrollarlo, impulsarlo, y eso se hará en este periodo de consulta en donde esperan incorporar las particularidades.
Sobre el eje de equidad de género, que contempla el Plan de desarrollo institucional comentó que al revisarlo se advierte que solo se menciona, pero no hay un eje específico que marque cómo va a ser incorporado ni atendido.
Si no se incorporan desde el curriculum formal estos temas, la tan llamada transversalización no va a funcionar, no sirve, porque se ha entendido que va a impactar, pero en la medida de que los actores quieran. Y no es cierto, tenemos que introducirlo no simplemente como una política o como un espíritu, sino a la discusión con los profesores y a la enseñanza con los estudiantes.
“Eso es a lo que las autoridades no le han entrado, no entiendo por qué no quieren”. Se ha tratado como algo sujeto a la voluntad a maestros o a su tolerancia. Se debe enseñar desde la legislación como algo obligatorio que debe ser cumplido.De otra forma solo queda de adorno o en los planes y modelos escritos, si no los metemos desde la currícula.
En relación a la propuesta de Protocolo de atención y prevención de acoso y hostigamiento sexual que la Universidad de Sonora ha estado discutiendo y trabajando desde hace años, comentó que no conoce ningún documento concluyente.
Informó que lo que recibió recientemente de manera formal de parte de Vicerrectoría, es una propuesta para análisis de una campaña dentro del campus, en donde parecería que se descalifica a las víctimas por lo que no es la mejor forma de abordarlo.
Esto es porque se queda en el nivel de sensibilización, pero considera que ya no se está en el momento de sensibilizar, mucho menos descalificar la participación de las estudiantes al denunciar a sus acosadores y hostigadores sexuales.
Refiriéndose a la iniciativa Mee too Universidad de Sonora, opinó que es una voz sobre todo para las jóvenes, han tenido para denunciar por esa vía. Si las mujeres no encontramos voz en las instancias universitarias, y cuando acudimos a éstas nos guían para llegar a un arreglo, siempre las mujeres vamos a desconfiar de estas vías institucionales.
Mientras no haya organismos confiables, nosotras vamos a seguir utilizando medios no convencionales para denunciar a los acosadores, finalizó.