Les reitero de nueva cuenta mis mejores deseos para este nuevo año, el cual acaba de iniciar hace unos días.
La semana pasada hablamos del notable incremento de la deuda externa originada principalmente por los créditos solicitados por parte del gobierno federal y organismos internacionales, que si bien, han fortalecido el sistema financiero crediticio del país en realidad no dejan ver estrategias y políticas públicas que tengan resultados palpables de disminución de la deuda externa.
Así las cosas, la política económica del país en términos generales, debe contribuir a mejorar las condiciones de vida de los sectores más vulnerables de la sociedad, es decir: dotar de más y mejores servicios públicos, establecer estrategias tendientes a disminuir las condiciones de pobreza, propiciar acciones de cuidado del medio ambiente, mejorar la percepción de seguridad entre los ciudadanos, que existan más espacios laborales y mejor remunerados, y que la educación básica sea accesible para todas y todos los mexicanos, entre otras características sustanciales.
En el tema de la “responsabilidad” del ejercicio del poder como ya lo hemos dicho en lo que tiene que ver con la adecuada administración de los recursos públicos, no sólo es preocupante el incremento notable de la deuda pública del país, sino que este tema también abarca la forma en la que los recursos públicos son ejecutados y/o asignados a las distintas dependencias que forman parte de la estructura del gobierno federal; para y ahora quiero referirme en particular a una nota periodística que fue publicada hace unos días y que tiene que ver con la contratación de personal bajo el rubro de “subcontratación”, que en términos coloquiales es el llamado “outsourcing”, que ya es prohibido pero que sí está permitido, en otras palabras ya no me explico si existe o no, lo cierto es que el Banco de México, el año pasado (2022) en un periodo tan corto como lo fue de julio a septiembre, erogó ni más ni menos que la cantidad de 697 millones de pesos, información que claramente se encuentra y se puede consultar en la Plataforma Nacional de Transparencia, en donde como dije, si está prohibida la figura del llamado “Outsourcing”, de acuerdo con lo establecido por la propia ley Federal del Trabajo en lo que respecta a la reforma publicada en el Diario Oficial de la Federación el 24 de abril de 2021, lo cierto es que efectivamente, se prohíbe la subcontratación de personal, pero no así la subcontratación de servicios especializados, y a tan sólo siete meses después de esa reforma el Banco de México encontró la forma de evadir esa prohibición de ley para “contratar”personal para diferentes áreas administrativas, principalmente las áreas de informática, como la digitalización de documentos, contratando personal para los cargos o puestos de técnico de soporte, analista de organización de la información, asesor de atención a usuarios, entre otros; entrar sentido, es de observarse claramente, que en cuanto a la responsabilidad de ejercer el poder por parte de los gobernantes, en este caso dista mucho de que efectivamente sean responsables estos gobernantes…(depositphotos)
¿ustedes qué opinan?
Hasta pronto!