Querétaro, 15 Dic 2021.- Familiares de Álvaro Ignacio Gavídia, interno asesinado en el Centro de Reinserción Social (CERESO) de San José el Alto, al norte del municipio de Querétaro, denunciaron que su hijo murió por un conflicto de drogas al interior del penal, debido a que se negó a ser proveedor de narcóticos para los custodios del lugar.
La madre del interno, María Guadalupe Juárez "Juanita", denunció que los directivos del penal amenazaron con matarlo si su familia no accedía a proveer la droga para el penal, situación que no ocurrió y resultó en la muerte de su hijo a manos de los custodios.
Familiares de otros internos denunciaron que la venta de drogas es un problema real en este CERESO, y cuestionaron los protocolos de seguridad que revisan a las visitas, pues permiten el ingreso de sustancias ilegales en complicidad con el personal del penal.
De acuerdo con su testimonio, el entonces director del penal, Rigoberto Quintanar Guerrero, fue quien hizo la propuesta a sus hijos y a su familia para vender la droga al interior del CERESO; cuando se negaron comenzó el maltrato y el hostigamiento en su contra.
"Muchas personas ya lo saben, se me invitó a trabajar con ellos, el señor Quintanar Guerrero me invitó a vender droga dentro del penal y yo me negué y mis hijos se negaron y desde ese tiempo hace 14 años mis hijos han sido maltratados y segregados y hoy me entregaron a mi hijo muerto", denunció.
"Juanita" aseguró temer por la vida de su segundo hijo, Alfredo Eduardo Gavídia, quien también se encuentra recluido en San José el Alto y que también ha Sido víctima de ataques y malos tratos por parte de los custodios, además de amenazas de muerte en su contra.
La madre detalló que el informe final fue de un "suicidio" cometido por su hijo, sin embargo, su cuerpo presentaba golpes y heridas en piernas, torso y costillas cuando fue levantado por el Servicio Médico Forense (SEMEFO), aunque le aseguraron que no hubo participación de terceros.