Y es que dijo que los juicios de esa índole son universales, ya que atraen todo el conflicto de una empresa que en determinado momento no tiene liquides para solventar sus deudas y busca sanear a la empresa y ponerla en viabilidad económica de nueva cuenta.
“Hablando de un tema formal, los más laboriosos son los concursos mercantiles, determinando en un tipo de juicio universal que atrae todo el conflicto de una empresa en solventar sus deudas y buscar sanearlo para una viabilidad económica”
Ortiz Terán refirió que dentro del procedimiento interviene tanto la empresa concursada, como el Ministerio Público ante un juez de distrito, para que todos los acreedores de la empresa o negocio, puedan llegar a un acuerdo, sobre todo cuando se trata de deudores complejos.
Puntualizó que este tipo de juicios pueden tardar en resolverse dependiendo la voluntad de las partes, sin embargo dijo que tienen un límite de tres años, dependiendo de las circunstancias de las empresas, las plazas o prórroga que se puedan dar en los periodos de acuerdo.
Manifestó que se incluyen aspectos corporativos, contractuales, inmobiliarios, deudas y cobranza, familiar, asuntos financieros y protección al consumidor, entre otros, en los que se puede recurrir a un juicio de amparo, ya sea del orden federal o local.
“El litigio que estamos abordando, principalmente involucra a los empresarios que representan una variedad de industrias a nivel local, estatal y federal, en materias correspondientes a su negocio”, describió.
De igual forma, expresó que el factor de combinación corresponde a los valores de la ética, justicia, responsabilidad, compromiso social y un elevado nivel profesional en la prestación de los servicios.
“Participamos en un sin fin de litigios, como en materia financiera, bancaria, bursátil, de factoraje, de arrendamiento financiero, de reclamaciones y demandas de coberturas de seguros, así como de sociedad de inversión”, finalizó.