San Juan del Río, 8 Abril 2024.- México es testigo de un impresionante despliegue celeste este día, al observar uno de los más fascinantes fenómenos astronómicos - un eclipse solar. Ciudadanos de diversas regiones alzaron la vista para asombrarse ante la danza astral que oscureció el cielo diurno por varios minutos.
Desde la península de Yucatán hasta el norte agreste de Chihuahua, los amantes del cielo contemplaron cómo la Luna se interponía entre la Tierra y el Sol, creando un halo de luz crepuscular en pleno día.
Los sitios arqueológicos de Chiapas y Oaxaca se convirtieron en escenarios idílicos desde donde se observa este evento que convocó a locales y turistas, quienes, equipados con gafas especiales, cámaras y telescopios, no perdieron detalle de este espectáculo natural.
En la capital, la Ciudad de México, decenas de personas se congregaron en espacios abiertos como el Zócalo y parques de la ciudad, esperando capturar el momento en que el día se convirtiera brevemente en noche.
Expertos de la UNAM se unieron a la observación pública ofreciendo explicaciones científicas y facilitando instrumentos especializados para una visualización segura.
Las autoridades emitieron recordatorios sobre la importancia de no observar el eclipse directamente sin protección adecuada para evitar daños oculares.
Las redes sociales se inundaron de imágenes y relatos de este fenómeno, con etiquetas como #EclipseSolarMx y #OscureceMexico dominando las tendencias.
A medida que el eclipse avanzaba y alcanzaba su punto máximo, se producía un silencio colectivo puntualizado solamente por exclamaciones de asombro y aplausos cuando el sol comenzaba a aparecer paulatinamente, revelando su fulgor usual.
Astrónomos y aficionados por igual recalcaron la importancia de este evento no sólo por su espectacularidad, sino también por el aporte científico que representa.
El estudio de los eclipses ha contribuido a avances en la comprensión de la dinámica solar y terrestre.
Mientras el sol retoma su lugar en el firmamento y la normalidad lumínica se restauraba, México cierra un capítulo más de su rica historia astronómica, anticipando ya el próximo gran evento celeste.