“Sea quien sea mi sucesor, este avance hacia la paz es definitivo. Es irreversible”, aseguró en un discurso ante el pleno del Parlamento Europeo (PE), reunido en la ciudad francesa de Estrasburgo.
“No solo porque así lo dispuso nuestra propia Corte Constitucional, sino porque es la palabra empeñada del Estado colombiano. Es también un compromiso con la comunidad internacional. Pero es irreversible sobre todo porque nadie quiere volver al horror de la guerra”, agregó.
El 17 de junio los colombianos deberán elegir a su nuevo presidente entre dos candidatos con posturas opuestas respecto al acuerdo de paz.
Iván Duque, líder de una coalición de derecha y candidato más votado en el primer turno, el pasado domingo, aboga por revisar el pacto al considerarlo demasiado complaciente con las FARC.
En tanto, el contendiente Gustavo Petro, militante del otrora grupo rebelde M19 y cabeza de una alianza de sectores de izquierda y sociales, promete implementar todo lo acordado.
Santos defendió el valor del acuerdo de paz, y señaló que, incluso antes de ser totalmente aplicado, ya “ha cambiado el panorama y la perspectiva” de Colombia “de una manera fundamental” gracias a la desmovilización y desarme de las FARC, y su constitución como partido político.
Tras la firma de los Acuerdos de Paz en noviembre de 2016, los ex integrantes de la antigua guerrilla de las FARC fundaron en agosto de 2017 el partido político colombiano denominado Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC).
“Ver a Rodrigo Londoño, antes ‘Timochenko’, excomandante de las FARC y hoy jefe de su partido político, votando por primera vez, lo dice todo. Eso hace la gran diferencia”, dijo Santos.
“Por eso esta vez las discusiones de los candidatos se centraron en temas como la educación, la salud, las pensiones, la seguridad ciudadana y los impuestos, y ya no, como había ocurrido por tantos años, en la guerra absurda que sufríamos”, señaló.
El actual presidente también destacó el nivel de participación histórico en estas elecciones, las “más seguras, más transparentes, con mayores garantías” de la historia de Colombia.
Consideró “una gran noticia” que su país de 50 millones de habitantes “haya logrado terminar un conflicto armado que dejó más de ocho millones de víctimas y más de 270 mil muertos”, mientras la intolerancia y la confrontación entre sociedades y naciones “sigue siendo una constante” en el mundo.
“En un mundo lleno de conflictos sin resolver, el proceso de paz de Colombia se ha convertido en un laboratorio que puede ser útil para intentar soluciones en otros escenarios”, acredita.
Tras el fin del conflicto armado con las FARC, Colombia pasó de ser el segundo país con más víctimas causadas por minas antipersonal, al décimo lugar, notó Santos.
“Así vamos avanzando. Con dificultades, por supuesto, pero con paso firme y de la mano de la Unión Europea en la construcción de la paz que sigue a la firma del acuerdo”, dijo.
La UE ha creado un fondo fiduciario con un capital inicial de 95 millones de euros (110 millones de dólares) para apoyar la aplicación del acuerdo de paz y el pós-conflicto en Colombia.