Merkel se encuentra desde la víspera en Italia, donde fue informada del fallecimiento del excanciller federal alemán. De inmediato cambió su agenda de trabajo y acudió a la residencia oficial de la embajada ante el Vaticano, donde emitió una declaración.
Calificó a Kohl como "un gran europeo” y “una suerte para nosotros los alemanes”. Puso de relieve que ella está especialmente agradecida con él, ya que la designó primera ministra de Mujeres y Juventud y después ministra de Medio Ambiente. La llamaba “mi muchacha”. A partir de entonces, la carrera política de Merkel fue un despegue vertical.
Estimó que aún se estudiará y admirará “la forma inteligente en que negoció la unificación de Alemania con todos nuestros vecinos. Fue el más elevado arte de ser estadista al servicio de los ciudadanos y de la paz”.
“Kohl fue para nosotros los alemanes un caso de suerte”, dijo Merkel, quien viajó al Vaticano para hablar con el Papa sobre la Cumbre del Grupo de los Veinte (G-20), para la cual la canciller federal alemana y su gobierno han llevado a cabo un intenso trabajo político y de negociación.
Kohl, quien será recordado como el padre de la reunificación de la Alemania Federal y la Alemania del Este en 1990, y por su destacado papel en la integración europea, murió la víspera a los 87 años en su domicilio en Ludwigshafen, en el oeste del país.
Su funeral, que será un acto oficial de estado, todavía no tiene fecha ni se ha decidido dónde y cómo tendrá lugar.
Las expresiones de luto tienen lugar en todo el país. En la sede nacional del partido Unión Demócrata Cristiana (CDU), del que Kohl fue presidente más de una década, abrió este sábado un libro de condolencias en Berlín. Lo mismo hicieron diversas páginas en Internet.
Helmut Kohl, excanciller federal alemán.
La Federación Alemana de Futbol (DFB) solicitó a su vez a la FIFA que los jugadores de la selección nacional puedan llevar un lazo negro durante el partido que sostendrán este lunes en la localidad rusa de Sotschi, con el fin de expresar luto. La FIFA dió su autorización.
En Renania del Norte Westfalia, el estado germanoccidental donde Kohl nació y donde tuvo siempre su residencia privada, el gobierno estatal ordenó que las banderas se colocaran a media asta y abrió libro de condolencias.
La juventud del partido Unión Demócrata Cristiana llamó a sus miembros a acudir a la localidad donde está al casa de Kohl en Ludwigshafen-Oggersheim para llevar a cabo una guardia con el fin de honorar al estadista fallecido.
La prensa europea centró este día sus comentarios y editoriales en la persona de Kohl. El diario belga Der Staandard escribió: “el entonces canciller federal entrará en la Historia como el hombre que unificó en forma pacífica al occidente y al oriente de Alemania”.
El diario italiano La Reppublica apuntó que “tal vez, Helmut Kohl fue el canciller federal más feliz de Alemania. El que logró cerrar la herida que se le inflingió (al país) después de la Segunda Guerra Mundial, que dividió y destruyó a millones de familias alemanas, y convirtió a Berlín en un enclave en Alemania oriental”.
“Fue un genio político, que del suceso más traumático de fines del siglo XX -la caída del muro de Berlín- y del caos que procedió de este cambio, logró transformarlo en una nueva y extraordinaria nueva página de la Historia, de una Alemania unificada y una Europa más vinculada”.
El diario suizo Neue Zürcher Zeitung comentó: "la verdadera estatura de un estadista se expresa en que hace lo correcto en el momento adecuado. Cuando cayó el muro en 1989, Kohl supo intuitivamente que había sonado la hora.
El vió la oportunidad y la tomó. El, de quien siempre se dijo que acostumbraba a rumiar (largamente) los problemas, corrió grandes riesgos” (para lograr la unidad de las dos Alemanias).
En tanto, el diario holandés De Volkskrant comentó: “como todos los demás, Helmut Kohl fue soprendido por el rápido desarollo en noviembre de 1989. Pero reacciónó rápido como un relámpago”.