En su discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, el jefe de Estado dijo que brindará “a quienes han apostado por una genuina reincorporación a la legalidad, sujetos a los principios de verdad, justicia, reparación y no repetición, las debidas oportunidades de progreso y de protección”.
“Nuestro propósito es cumplirle a quienes han tomado el camino genuino de dejar la violencia”, reiteró el mandatario colombiano en el pleno de las Naciones Unidas.
Agregó que “hoy más que nunca debemos estar motivados con lograr la justicia social, rechazar los odios, las polarizaciones, las revanchas y concentrarnos en lograr un Pacto por la Equidad".
“El Pacto que proponemos busca la legalidad. La paz es un objetivo de todos los colombianos y todos, absolutamente todos, vamos a trabajar por ella”.
Sin emabrgo, señaló que la paz “requiere ser construida con el imperio de ley que combina los bienes públicos de seguridad y de justicia. Nuestro gobierno va a trabajar para que el proceso de desmovilización, desarme y reinserción adelantado en los últimos años salga adelante con éxito”.
“Les brindaremos a quienes han apostado por una genuina reincorporación a la legalidad, sujetos a los principios de verdad, justicia, reparación y no repetición, las debidas oportunidades de progreso y de protección”, apuntó.
Agradeció el apoyo de las Naciones Unidas “por su compromiso para contribuir a que este proceso sea exitoso y por esa razón hemos pedido que continúen con esa tarea”.
Destacó que “vamos a trabajar para que lleguen a todas las regiones del país, principalmente a las que han sido golpeadas por la violencia, los recursos y las inversiones que generan esperanza”.
La Misión de las Naciones Unidas en Colombia “al igual que nuestros órganos de control saben que nuestro gobierno recibió un proceso frágil en varios frentes. Primero está la fragilidad presupuestal: Se realizaron muchos compromisos sin destinar suficientes recursos”.
En segundo lugar “está la fragilidad institucional: se creó una dispersa y compleja arquitectura que ha sido hasta ahora incapaz de avanzar eficientemente hacia los objetivos”.
Reiteró que el propósito de Colombia, “es cumplirles a quienes han tomado el camino genuino de dejar la violencia. Esperamos contar con el apoyo financiero de la comunidad internacional para dar la solidez necesaria al proceso”.
El mandatario advirtió que “así como le cumpliremos a quienes se sujeten a las normas, también es nuestro deber aplicar la ley de manera ejemplarizante a quienes persistan en la criminalidad”.
“No vamos a aceptar que exista repetición y más violencia. Quienes sigan en el mundo del delito y pretendan burlarse de las víctimas y la generosidad del pueblo Colombiano recibirán todo el peso de la Justicia”, enfatizó Duque.
Subrayó que “si queremos que en Colombia brille la paz, es necesario que derrotemos el narcotráfico. En materia de cultivos ilícitos, hace pocas semanas recibimos una situación alarmante”.
“La tendencia incremental de los últimos cinco años no puede continuar, ya que estas siembras se han convertido en el combustible y el aliciente para que surjan peligrosos grupos armados organizados. De ahí que estemos comprometidos en desarticular esas redes de crimen trasnacional con una agenda integral”.
El narcotráfico “es una amenaza global. Es cierto que debemos hacer más en materia de prevención y atención a los adictos desde un enfoque de salud pública. Esa es una verdad incontrovertible”.
“Pero no es menos cierto que el narcotráfico en Colombia es un depredador del medio ambiente, un destructor de instituciones, un corruptor social. Luchar contra este fenómeno y al mismo tiempo promover una sociedad que rechace las drogas por sus efectos devastadores en la salud y la sociedad, es nuestro deber moral”, consideró.
Recordó que Colombia está “tomando medidas. Hace dos días apoyamos el llamado global a la Acción contra el Problema de las Drogas, reconociendo que el trabajo es de todos y requiere que todos los países contribuyan, incluyendo aquellos donde el consumo crece o los que son fabricantes de precursores químicos”.
Destacó que al menos 130 naciones “con el liderazgo de Estados Unidos nos comprometimos a seguir esta lucha. No nos daremos por vencidos ni aceptaremos como destino la adicción de tantos jóvenes”.