Cd. México, febrero (SEMlac).- (depositphotos) Un libro que al mismo tiempo duele y molesta, provoca enojo y ofende por la crudeza de la realidad que muestra, pero que logra el cometido de su autora, Saskia Niño de Rivera, de reflexionar y plantear: ¿cómo se recupera el Estado de Derecho?, ¿cómo se detiene la violencia contra las mujeres?, ¿es necesario replantear el feminismo?, ¿cómo educamos a los hombres para acabar con el machismo que mata mujeres?, ¿cómo se hace para que el sistema de seguridad pública deje de ser reactivo y no solo actúe en los casos que se hacen virales?
En el primer evento del año del Colectivo 50+1 Guerrero, conducido por Guadalupe Gómez Maganda, se realizó la charla sobre el libro Maldita entre todas las mujeres. Testimonio de reflexiones de feminicidas y de víctimas de este delito, por Saskia Niño de Rivera.
Gómez Maganda destacó la valentía de la autora por trabajar a favor de las mujeres en los penales, sus hijas e hijos, a través de su fundación Reinserta. Las mujeres privadas de la libertad que tienen todo el derecho a la solidaridad y que están ahí sin sentencia purgando penas que no merecen, dijo.
Varias de las feministas compartieron que, por el enojo y dolor de lo narrado y la crudeza de los testimonios, estuvieron a punto de abandonar la lectura del libro, que produce una incomodidad emocional. Efectivamente, la autora expresó que es un libro controversial, que desde el título y la portada busca romper, incomodar y mover porque sostiene que el hecho de mencionar que 11 mujeres mueren a diario en este país solo por ser mujer, se normaliza, se pierde en la frialdad del número y se olvida que son mujeres con nombre y apellidos.
Saskia Niño de Rivera aborda el feminicidio, la forma más extrema de desprecio y violencia estructural en contra de las mujeres, en el relato de cinco casos a través del testimonio de los feminicidas y las víctimas, estas últimas desde la perspectiva de sus madres, hijas e hijos, que las buscaron, que pelearon por justicia.
Hay que atreverse a hacer las cosas distintas, afirmó la joven psicóloga, especialista en secuestro y psicología forense. Hay que romper la educación de muchos años; hemos crecido en un ambiente machista, hay que volver a humanizar lo deshumanizado.
Afirmó que nos encontramos aisladas y aislados: las feministas por un lado, las autoridades por otro, la sociedad. No hay coordinación, pugnamos por más años para los feminicidas, pero tenemos una ausencia del Estado de Derecho. Tampoco buscamos cómo romper el machismo con la educación, en las escuelas no se trabaja la sexualidad, no se tienen psicólogos.
La intención de Saskia Niño de Rivera es contar las cosas como son, que quede en la historia. "Por eso el holocausto no se olvida, hay fotos", asegura. El 90 por ciento de los casos se pudo haber prevenido, pero este país tiene un sistema de seguridad reactiva, solo reacciona cuando los casos se hacen virales.
Saskia Niño de Rivera dijo que su intención es la creación de un México donde predomine la paz, por eso se exhibe el sistema de justicia inexistente.
Saskia señala que hemos perdido el entendimiento de la realidad. México es un país sumamente machista; la violencia que vemos, que toleramos, son hombres que genuinamente creen que no está mal lo que hacen: pegarle a la mujer, revisarle el celular. Los feminicidas son un señor de 35 años, 50 años y un niño de 14 años. También es realidad que tenemos menores feminicidas y violadores.
Saskia Niño de Rivera señaló que hay que entender que el perfil del feminicida es un niño educado para ir en contra de sus emociones, se les educa para no llorar, para no sentir, lo que tiene una consecuencia emocional.
Refirió el capítulo de Juan Carlos y Patricia, una pareja de asesinos seriales que matan, descuartizan, violan de manera despiadada y brutal. Los descubren cuando iban a vender a un bebe por 10.000 pesos. El papá los denuncia y, gracias a que iban por la calle, los descubren, los meten a un estacionamiento y ellos cuentan todo. Es cuando empiezan a abrir carpetas de investigación. Esto nos habla de la ineficacia de las autoridades, que ni cuenta se habían dado.
Tenemos de contraparte los testimonios de las víctimas a través de sus familias. Arturo, un hijo al que le entregan el cuerpo podrido de su madre, a quien confundieron con una prostituta y la iban a echar a la fosa común.
Saskia señaló que el libro es parte de una trilogía que se inició con El infierno tan temido. El secuestro en México, pero que no generó el fenómeno de enojo de Maldita entre todas las mujeres. Respecto al título, dijo que es una sátira a "bendita entre todas las mujeres", porque es un libro disruptivo, que incomoda emocionalmente, pero necesario. Ni siquiera tenemos el registro puntual de las víctimas, sostuvo.
Educación temprana y una cruzada para crecer
Claudia Corichi García, vicepresidenta de 50+1, compartió el deseo de la autora de que México retome el estado de Derecho y advirtió que hay que estar alertas para que no retroceda la tipificación del feminicidio como delito, que es una conquista de las precursoras del feminismo, muchas de ellas presentes en la charla.
También destacó el hecho de que los agresores no son asesinos seriales, sino el esposo, el hermano, el primo. Que claro que conmueve el relato de lo que sufren las y los familiares, principalmente las madres, y no hay cómo explicar ese odio contra las mujeres. Duele leer el libro, dijo.
Ante las preguntas sobre cómo prevenir el feminicidio, Saskia abogó por una educación con perspectiva de género y derechos humanos desde el preescolar.
Para la feminista Sara Lovera, la respuesta está en una cruzada para que los hombres y las mujeres crezcan, un gran reto. "Ha llegado el tiempo de hablar con los hombres sin venganza y sin perdón, pero con justicia". Para empezar, propuso repartirles a todos los hombres el libro de Maldita entre las mujeres.