En la emotiva ceremonia, que se realizó este lunes en la capital de Ucrania, dos momentos resaltaron con los exmonarcas de peso completo como principales protagonistas.
Wladimir fue campeón de la máxima división de la AMB, OMB y FIB, pero nunca pudo conquistar la del CMB, pues su hermano Vitali ocupó el trono y ambos prometieron a su madre que nunca pelearían entre sí.
Como una muestra de respeto y honor a Wladimir, Mauricio Sulaimán, presidente del CMB, le entregó el título de campeón honorario del organismo, el cual le fue colocado por dos excampeones de la división: Lennox Lewis y el estadunidense Evander Holyfield.
"¿Entienden por qué Wladimir no ganó el título?", cuestionó Vitali, quien agregó: "prometimos que no íbamos a pelear y para que pudiera ganarlo habíamos tenido que hacerlo, pero estoy convencido de que mi hermano tiene todos los derechos y es digno de tener este cinturón".
Tras el emotivo momento llegó otro especial, pues Vitali Klitschko y Lennox Lewis volvieron a ponerse los guantes y estar frente a frente, aunque esta vez para analizar su pelea ocurrida en junio de 2003.
Luego de seis asaltos, un corte en la ceja izquierda obligó al médico del ring a parar la pelea aquella vez, lo que hoy analizaron entre risas, el británico feliz y recalcando los uppers que conectaba, mientras que Vitali le decía "tuviste suerte".
"Quería pelear con esa leyenda, mostrarme", dijo el ahora alcalde de Kiev, antes de que subiera al estrado el doctor que paró la pelea hace 15 años, cuando iba a iniciar el séptimo asalto para el triunfo de Lewis.
"¿Fue pagado?", le preguntó Vitali al galeno, lo que provocó las carcajadas de los presentes, mientras que Lennox reconoció que fue complicado golpear a su rival y que fue de los más difíciles de su carrera.
Este lunes inició de manera oficial la 56 Convención Anual del CMB en Kiev, Ucrania, que concluirá el próximo viernes y en la cual se hablarán sobre diversos temas relacionados con el mundo del pugilismo.