Aunque la chaqueta que conforma la indumentaria que identifica a la entidad se puede confundir con la conocida “Cuera” tamaulipeca, existen diferencias que permiten definir las que corresponden a cada entidad, señaló el empresario, Salvador Alejandro Hinojosa.
Salvador, quien se dedica a la manufactura de trajes típicos en Nuevo León, indicó que el “vestuario elegante” que representa a la región, fue creado por el diseñador Ramón Valdiosera Bernal, el cual se conserva hasta hoy en día.
El traje típico, dijo, fue creado para el llamado Festival de la Cerveza en 1956, “desde luego con características particulares tanto en el hombre como en la mujer”.
Explicó que el señor Fidel Pérez fue uno de los que comenzó a hacer este trabajo artesanal en la ciudad.
“La cuera o chaqueta de Nuevo León se empezó a trabajar de manera artesanal, pero una empresa de las más antiguas era Pérez y Pérez Asociados, a cargo de Fidel Pérez, quien fue los primeros en trabajar para hacer cueras.
“Tengo el gusto de conocer hace algunos años a Fidel Pérez, me hace la propuesta y me dice quédate con el negocio, me quedé con él y es el que poseemos, tenemos más de 60 años trabajando el material”, indicó.
La indumentaria masculina, detalló Salvador, consiste en camisa blanca, con un paliacate anudado en el cuello, pantalón de poliéster en colores caki, gris o café, botín ranchero de punta redondeada, y desde luego la cuera, una chaqueta o saco elaborado con gamuza de flecos angostos.
Mientras el traje de la mujer, es una blusa blanca con un camafeo (broche) en el pecho, mangas anchas y esponjadas; la falda es de poliéster, gabardina o paño de lana en colores oscuro o de tono pastel, con un corte a base de doce cuchillas con seis pliegues.
La falda de la mujer se caracteriza porque lleva grecas formadas con espiguilla o cinta barratoda (corrugada), y el traje se acompaña de botines o zapatos de color blanco o negro.
En su cabeza, la mujer debe de portar un peinado en forma de cebolla y dos peinetas de cada lado, mientras que en la mano derecha debe de llevar un abanico.
El empresario Salvador Alejandro Hinojosa, quien se dedica a la creación de este tipo de vestuarios, manifestó que su elaboración es un trabajo laborioso porque se realiza a mano.
“Como es algo que se hace a mano, sólo las costuras que se utilizan es a máquina, es algo laborioso, pero las costureras que tengo, tienen experiencia, las barbas se cortan a mano, es algo totalmente artesanal, complicado.
“La demanda es poca, porque ya no es algo con lo que vista la gente o algo muy común y le damos servicio a grupos de danza folklórica, que es nuestro fuerte, es a los que les trabajamos”, añadió.
Explicó que existen diferencias entre la cuera de Tamaulipas y la de Nuevo León, en virtud de que varía en combinación de colores y otros detalles.
Por ejemplo, la de Nuevo León es de un solo tono y la de Tamaulipas tiene al menos dos, además de que debe llevar algunas grecas y sobre todo el escudo de la entidad tamaulipeca en la parte posterior.
La confección del traje típico es algo que hoy en día se ha facilitado, en virtud de que antes algunas de las materias primas llegaban de Europa, por lo cual era una tarea más complicada, expresó.
“Hace 50 o 60 años esto venía de Europa, no se conseguía fácilmente, era importada, era difícil conseguir ese tipo de material, casi todo esto se hacía en casa, no había una diseñadora que lo hiciera”, manifestó el dueño del negocio que se dedica sólo a trajes regionales.
Desde su punto de vista, paulatinamente la tradición se ha perdido y todo está prácticamente en las manos de los grupos de danza folclórica que quieren difundir la tradición nuevoleonesa y sus vestimentas.
“A muy poca gente le interesa, es más, apenas, el cinco por ciento del nuevoleonés conoce lo que es una cuera, la mayoría no sabe que se utilizaba aquí, gracias a los maestros y gente como yo, tenemos un poquito de trabajo”, declaró. (Víctor Álvarez Dávalos)
