Los ingenieros de Ford crearon un “patrón de asiento” analizando mapas de presión, realizando pruebas de desgaste y rotura de los materiales, y recorriendo los movimientos que se realizan de manera habitual al ascender y descender de un vehículo.
“Desde el primer momento en que subimos a un vehículo, el asiento crea una sensación de comodidad y calidad”, asegura Svenja Froelich, ingeniera de Durabilidad en la sede europea de Ford en Colonia, Alemania.
“Antes utilizábamos cilindros neumáticos que se movían hacia arriba y hacia abajo para realizar las pruebas. Ahora, con el 'Robutt', somos capaces de replicar de manera muy precisa el comportamiento real de las personas”, agregó.
El robot, que está basado en las dimensiones de un hombre de tamaño medio, es utilizado para medir y estudiar 10 años de conducción en tan sólo tres semanas, repitiendo 25 mil veces la acción de sentarse y levantarse.