Los Ángeles, 1 sep (EFE).- Oxfam América urgió un incremento al salario mínimo y a las protecciones a los trabajadores en Estados Unidos, donde el panorama laboral en la mayor parte del país es “notablemente grave”, de acuerdo con un informe de la organización publicado este jueves.
El reporte “Mejores y peores estados para trabajar en Estados Unidos en 2022”, que evaluó salarios, protecciones a los trabajadores, derechos de sindicalización y nuevas políticas ante el cambio climático, halló que los cinco peores estados en la clasificación son Carolina del Norte, Misisipi, Georgia, Alabama y Texas, todos de tendencia republicana.
La mejor calificación la obtuvo Oregón, seguido de California, Washington, el Distrito de Columbia y Nueva York, todos demócratas.
Kaitlyn Henderson, investigadora principal del Programa de Política Nacional de EE.UU. de Oxfam América y autora del informe, dijo a Efe que uno de los mayores obstáculos encontrados en la evaluación de las políticas laborales en los 50 estados, el Distrito de Columbia y Puerto Rico, es la exigüidad del salario.
“Es una contradicción porque Estados Unidos es la nación más rica del mundo pero muchos trabajadores a tiempo completo no pueden alimentar a sus familias”, señaló.
Los cinco peores estados en la clasificación mantienen el salario mínimo federal, que permanece en 7,25 dólares la hora desde 2009. “Con ese salario es imposible llegar a fin de mes”, resaltó la investigadora.
Treinta estados han logrado aumentar su salario mínimo por encima de la base federal, pero ninguno lo suficiente como para cubrir los costos básicos de vida de una familia, encontró el análisis.
Por ejemplo, el pago a un trabajador a tiempo completo en Washington, que tiene uno de los salarios mínimos más altos del país (14,49 dólares por hora), sólo le alcanzaría para cubrir 38 % del costo de vida de su familia (compuesta por 4 personas).
Y en el Distrito de Columbia, que ostenta el salario mínimo más alto del país (16,10 dólares), el pago de un trabajador a tiempo completo únicamente cubre 35,6 % del costo de vida de una familia.
Por eso una de las primeras acciones recomendadas por Oxfam América es que se eleve el salario mínimo federal.
Henderson apoya iniciativas como la Ley de Aumento de Salarios, que elevaría el salario mínimo federal a 15 dólares para 2025, la cual ha encontrado rechazo del ala republicana e incluso de algunos demócratas en el Congreso.
Mientras se aprueba la ley federal, Henderson señala que los estados que ya elevaron su salario mínimo aún tienen mucho por hacer, especialmente en lo relativo a realizar aumentos automáticos ajustados a la inflación al comienzo de cada año.
Alaska, Arizona, Colorado, Maine, Minnesota, Montana, Ohio, Dakota del Sur y Washington ya han aprobado leyes en ese sentido.
Los llamados también son para extender el salario mínimo a los trabajadores agrícolas -a quienes en muchos casos se les paga por debajo de ese umbral-, y.para que se modifiquen las leyes para aquellos que ganan por propinas.
A esto se suma la “gran necesidad de protecciones más sólidas para los trabajadores a niveles estatal y federal”, como la licencia familiar o médica pagada, leyes de igualdad salarial más estrictas y protecciones para mujeres embarazadas y trabajadoras domésticas, entre otras medidas.
Misisipi obtuvo el último lugar en la evaluación en cuanto a protecciones a los trabajadores, mientras Oregón fue el mejor calificado en este aspecto.
El informe también clasificó a los estados por los derechos de los trabajadores para sindicalizarse. En este apartado, Texas fue el peor calificado mientras California obtuvo la mejor evaluación.
Para Pablo Alvarado, director de la Red Nacional de Jornaleros (NDLON), el informe muestra el “difícil” panorama que enfrentan los trabajadores, que se pudo ver en “la gran renuncia” del año pasado, como se conoció al fenómeno en que millones de personas abandonaron voluntariamente sus empleos.
“En la pandemia los trabajadores se dieron cuenta de las malas condiciones de trabajo en que vivían y no aguantaron, y eso ayudó a que el tema se visibilice”, señaló.
"Pero lo más importante es que la sociedad, los políticos, los votantes se den cuenta de que eso no lo pueden hacer los trabajadores que ganan el mínimo y tampoco los indocumentados”, apuntó Alvarado.
El activista destaca que muchos de los llamados “trabajadores esenciales” no se pueden “dar el lujo de renunciar”. Esto incluye a las trabajadoras domésticas, los trabajadores agrícolas, los jornaleros y los indocumentados.
“Estos trabajadores vulnerables son los más afectados. Muchos de ellos no ganan ni el salario mínimo federal pero son esas manos las que han respondido para ayudar en los mayores desafíos del país, como la pandemia y los huracanes. De ellos no nos podemos olvidar”, acotó.