En los últimos dos años se contabilizó la cifra más alta de desplazados forzados desde la Segunda Guerra Mundial, según el informe anual del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Los refugiados dejan atrás el miedo y llegan exhaustos a un lugar desconocido, solo con lo puesto y sin la posibilidad de comunicarse porque hablan diferentes idiomas.
A veces enfermos y solos; otras acompañados por los miembros de su familia que pudieron salvar, pero todos con la misma pregunta: ¿Cuándo volveremos a casa?
Tres países expulsaron más de la mitad de la población de refugiados en el mundo: Siria, Afrganistas y Sudán del Sur, que entre los tres suman el 55 por ciento de las personas que a nivel mundial se encuentran bajo el mandato del ACNUR.
Colombia es el país que registra el mayor número de refugiados con 7.4 millones de personas; le sigue Siria con 6.3 millones, e Irak con 3.6 millones.
Aun cuando los números registrados son muy altos, los analistas consideran que el número real de refugiados es mucho mayor de lo que se piensa, debido a que muchos entran sin registro oficial a los países de acogida.
Un ejemplo de esto son los refugiados sirios. La ONU oficialmente estima que hay más de dos millones de sirios en los países vecinos, pero este número se refiere solamente a los refugiados que se registraron a la salida de Siria y llegaron a un país de acogida.
Sin embargo, muchos de esos sirios que han llegado a diversos países, especialmente a Turquía, no se han registrado oficialmente como refugiados y por lo tanto no se incluyen en el total de la ONU.
Debido a esto, se calcula que son casi cinco millones de sirios los refugiados y no solo los tres millones que contabilizan las Naciones Unidas.
Turquía recibe el mayor número de refugiados
A nivel mundial, según las cifras de ACNUR, Turquía ha adoptado una política de puertas abiertas y es el país que recibe el mayor número de los desplazados en el mundo.
En Turquía existen 23 campos temporales, que han permitido al gobierno mantener el control sobre 247 mil solicitantes de asilo, una pequeña parte de los más de tres millones que hoy acoge el país, según cifras del gobierno turco.
En 2017, por cuarto año consecutivo, ha sido la nación que más refugiados tiene en el mundo. El 98 por ciento corresponde a sirios que huyen de la guerra que enfrenta al régimen de Al Assad con los rebeldes y de las matanzas que lleva a cabo el Estado Islámico.
Las últimas cifras señalan que alrededor de tres millones de personas han llegado a esta nación. La llegada masiva de refugiados le ha ganado el nombre de país más humanitario del mundo, pero también le ha obligado a invertir grandes cantidades de dinero para atender todas las necesidades básicas de estas personas.
Turquía ha instalado campos especiales que simulan pueblos completos, especialmente en las zonas cercanas a la frontera de Siria.
Una muestra de estas pequeñas ciudades son los campos que se ubican en la provincia turca de Hamanmarash y Gaziantep, en donde viven cientos de familias mayoritariamente sirias.
En estas regiones, visitadas por Notimex, el gobierno turco ha instalado pequeñas casas, escuelas, servicios médicos y hospitales, así como mezquitas y pequeños parques que buscan mejoran la calidad de vida de los refugiados.
Cada mes les deposita una suma de aproximadamente 100 dólares en una tarjeta que les expide un banco turco para comprar sus víveres en una tienda perfectamente acondicionada dentro del campo.
Todo esto mientras se resuelve su traslado o situación legal definitiva, según informó Halis Bilden, expresidente de la Agencia de Desastres y Emergencias de Turquía, AFAD.
Según las cifras de la AFAD, encargada del programa de refugiados en ese país, cerca de 21 millones de refugiados han recibido tratamientos médicos, incluidas hospitalización y cirugías.
Más de 310 mil estudian y 82 mil lo hacen en los campos especiales. Además, se calcula que más de 162 mil bebés han nacido en territorio turco.
Más de la mitad en los centros temporales son niños
Lo que primero llama la atención al entrar a los campos de refugiados en Turquía, son los niños.
De los desplazados que acogen estos lugares, ubicado a escasos kilómetros de la frontera con Siria, más de la mitad son menores que suelen pasar su tiempo entre las rejas del lugar, en los parques, el colegio o en los corredores internos.
Ajenos a su situación real, juegan fútbol y sueñan con sus jugadores favoritos como Messi o Neymar, como cualquier niño de su edad.
Los menores por debajo de los 18 años conforman más de la mitad de los refugiados en años recientes, señalan las cifras de ACNUR.
Los niños, las niñas y los adolescentes representan 31 por ciento de la población mundial de desplazados, según las cifras oficiales disponibles.
Se ponen especialmente alegres cuando grupos de visitantes llegan al centro. Miran con curiosidad y saludan. La gran mayoría son parte de los tres millones de sirios que han llegado a Turquía escapando de la guerra civil, que este 2018 cumplió seis años.
El problema radica en que de los tres millones de sirios registrados en Turquía, la mayoría de ellos vive en zonas urbanas y alrededor de 270 mil están acomodados en los 21 campos de refugiados administrados por el gobierno de ese país.
Esto significa que sólo 10 por ciento de los refugiados en Turquía viven en los campos especiales temporales, la mayoría se mezclan con la población en las diversas ciudades.
Otros se han desplazado a Europa y muchos de ellos han perdido la vida en su intento por encontrar refugio en otros países.
Sin que los gobiernos puedan tener control de los refugiados que ingresan sin registro, ellos viven en las calles, en condiciones de pobreza, muchas veces en medio de la insalubridad y la incertidumbre jurídica.
En general, según las Nacionales Unidas, además de Turquía, hay más de un millón de sirios registrados en el Líbano, 660 mil en Jordania y 241 mil en Iraq.
Las autoridades turcas, aseguran que los más de 25 mil millones de euros que han gastado en acogerlos, no son suficientes por que se ha copado su capacidad.
Turquía y la Unión Europea firmaron un acuerdo en marzo de 2016, según el cual el bloque brinda ayuda financiera para que ese país acoja en su terriotrio a refugiados sirios para evitar muertes.
Pero el presidente turco Recep Tayyip Erdogan asegura que no han cumplido y pidió el pasado mes de septiembre de 2017 ante la Asamblea General de la ONU más fondos de la Unión Europea (UE) para solventar la acogida de los numerosos refugiados sirios en Turquía.
"No hemos recibido el suficiente apoyo de la comunidad internacional, especialmente de la UE, en los esfuerzos que hemos realizado", dijo Erdogan durante su intervención en la 72 Asamblea General del organismo en Nueva York.
La unión Europea tiene su propia versión y asegura que si ha cumplido.
Ciertamente los refugiados se han convertido también en un punto de tensión política en algunas regiones del mundo, debido a que los países de acogida son incapaces de hacer frente a la afluencia masiva de personas.
Por ejemplo, la situación en el Líbano, que tiene una población de 4.2 millones de personas y acoge a 716 mil refugiados sirios. Ningún país en el mundo tiene la capacidad de hacer frente a un aumento del 17 por ciento de su población en apenas 12 meses.
Según la la Organización Internacional para las Migraciones, el Pacto entre la Unión Europea y Turquía y todos los acuerdos de cooperación internacional no han podido reducir el número de refugiados.
Por el contrario, la población refugiada en el mundo ha aumentado alrededor del 65 por ciento en los últimos cinco años, según el informe de 2016 del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Las guerras, el hambre, la falta de empleo y bienestar siguen siendo el motor de la inmigración mundial y por el momento no se vislumbra un final.
Pese a todo, el llamado Pacto Global por una Migración Segura, Ordenada y Regular, el primer acuerdo sobre movilidad internacional de personas, fue adoptado formalmente este 10 de diciembre de 2018 en Marrakech, África, mediante consenso de la conferencia intergubernamental de la ONU, con representantes de 165 países de los 193 que integran la ONU.
El texto contiene 23 objetivos no vinculantes para los Estados que lo suscriben y no compromete jurídicamente a ningún gobierno.
Solo una decena de países han expresado abiertamente su oposición al pacto. Además de Estados Unidos destacan Austria, Polonia, República Checa, Eslovaquia, Bulgaria, Australia y Chile.
El proceso para adoptar el pacto comenzó hace 18 meses, aunque las negociaciones formales se iniciaron en enero de este año y concluyeron en julio, tras seis rondas. Su aprobación definitiva está solo a expensas de la votación que se celebrará el 19 de diciembre en la sede de la Asamblea General de la ONU, en Nueva York.