Las alertas rojas son armas contra la criminalidad mundial, pero también se usan contra opositores políticos, críticos de un régimen o defensores de los derechos humanos, así como evitar que viajen, dijo a la Deutsche Welle (DW).
Fabritius, miembro de la Unión Social Cristiana de Baviera (CSU) y delegado del Consejo Europeo para el uso abusivo del sistema de Interpol, habló a la DW con motivo de la detención en España a pedido de Turquía del escritor Dogan Akhanli.
Este escritor nacido en Turquía y de nacionalidad alemana, procura conservar en su obra la memoria de los armenios masacrados por el Imperio Otomono hace más de un siglo, por lo que Ankara lo considera enemigo del país.
"Turquía quiere con toda seguridad y, sobre todo desde el intento de golpe de Estado, poner en práctica sus propios conceptos de ilegitimidad y penalidad y, para ello, abusan del sistema de Interpol", acotó el diputado alemán.
Turquía afirma que pidió la orden de arresto internacional contra el escritor por un caso de robo con homicidio, pero Fabritius indicó que solicitó a Interpol que compruebe con exactitud la petición turca.
Tras la detención este fin de semana en España de Akhanli, la justicia española lo dejó en libertad mientras toma una decisión definitiva sobre la petición turca.
Fabritius narra que muchos países que solicitan detenciones al final no completan los trámites de extradición, pues lo único que buscan "es estorbar".
El diputado alemán revela como signo del abuso de las alertas rojas que su número se ha cuadruplicado en la última década.
Sobre este caso, Fabritius añade que si se confirman los indicios de que Turquía abusó de Interpol, la policía internacional debería de analizar si sanciona a Turquía bloqueándole el acceso a solicitar más alertas rojas.
Agrega que los países que más abusan de las peticiones de arresto internacional son Rusia y luego Ucrania, con Turquía en el puesto número 10.
El experto alemán habló días antes de que el gobierno del presidente venezolano de Nicolás Maduro solicitara alertas rojas para la detención de la exfiscal Luisa Ortega y su esposo Germán Ferrer.
Ambos son acusados por presuntos delitos relacionados con una red de extorsión y corrupción.
Empero, estos simpatizantes del chavismo, han derivado hacia posiciones críticas del mandatario, y en particular Ortega cuestionó el proceso para la elección de la Asamblea Nacional Constituyente, que ya sustituyó a la legislativa Asamblea Nacional.