La propuesta de ley Bill C-71 fue presentada por el ministro de Seguridad Pública, Ralph Goodale, para proteger a las comunidades de la violencia con armas, mantener las armas de fuego “fuera de las manos equivocadas” y “ser justos con los poseedores legítimos de armas”.
Desde 2015, el gobierno liberal electo prometió mayor control en la venta de armas y revertir algunas medidas impuestas por el gobierno conservador de Stephen Harper, quien se opuso al registro de armas.
La propuesta presentada a la Cámara de los Comunes demanda que la Real Policía Montada de Canadá (RCMP) examine totalmente la historia de vida de la persona que busca tener una licencia para comprar un arma, a fin de detectar un potencial riesgo. Actualmente, sólo se verifican los últimos cinco años del potencial comprador.
Se propone clasificar las armas en tres categorías: no restringidas, restringidas y prohibidas.
El primer ministro Justin Trudeau expresó a través de su cuenta de Twitter que la medida legislativa busca tomar acción “por sentido común” sobre el control de armas, verificar el perfil de los compradores y dar seguridad a las comunidades.
El hecho es que la violencia con armas se ha incrementado en nuestro país y es una clara amenaza a la seguridad pública. Estamos cumpliendo nuestra promesa de campaña de acabar con las pandillas y las armas de fuego ilegales y poner controles más estrictos sobre las armas de asalto.
Actualmente, si un canadiense desea comprar un arma no debe mostrar su licencia en la tienda, pero la propuesta de ley obligará al usuario a mostrar su licencia cada vez que quiera comprar un arma.
“Las reglas para llevar armas de fuego a las ferias de armas a través de la frontera o a lugares inusuales serán más estrictas, aunque las reglas para transportar armas largas no cambiarán”, aclaró el primer ministro.
Trudeau también señaló que durante su gobierno –que termina a finales del próximo año—“no habrá registro de armas largas”.
En Canadá se reconoce que el control de armas es “un asunto sensible”, con mayor oposición en las zonas rurales, pero el gobierno insiste en que es necesario reforzar el control en la venta de armas, las licencias y los usuarios.
De acuerdo con una encuesta aplicada por Ekos Research Associates, 69 por ciento de los canadienses está de acuerdo en que haya un bando de armas en las áreas urbanas, aunque la propuesta de ley presentada no incluye esta medida.
Según estadísticas oficiales, en 2016 fue la primera vez desde 2012 que el disparo con arma de fuego fue el principal método usado en los homicidios registrados en Canadá.
Asimismo en 2014 un total de 587 canadienses se suicidaron con un arma de fuego, lo cual fue más que los 544 registrados el año previo.